miércoles, 21 de diciembre de 2016






Pensándonos.
Soñándonos.
Buscándonos.
Sintiéndonos.
Deseándonos.
Amándonos.

lunes, 19 de diciembre de 2016

Temporal tras la ventana




La lluvia cae sin parar. 
Durante toda la noche, la oyes en el exterior. 
No consigues dormir, debido a la fuerza con la que golpea los cristales. 
En ese momento, en tu mente aparece una imagen. 
Te acurrucas, te haces un ovillo, te abrazas...
Eres consciente de tu soledad.
Y...te das cuenta de que tienes un sueño.

domingo, 18 de diciembre de 2016

El puzzle de tu vida

Siempre he pensado que la vida es un puzzle y que a medida que pasa el tiempo, este se va componiendo. Las piezas se van colocando poco a poco. A veces, cuesta un poquito encontrar las adecuadas, e incluso te equivocas al intentar encajar alguna de ellas en el hueco equivocado. 
En ocasiones, el puzzle de tu vida, ese que creías que estaba completo, o al menos, pensabas que ibas por el buen camino para completarlo, se cae de la mesa en la que lo tenías perfectamente colocado, de la forma más estable posible. La mesa se tambalea, el puzzle se cae y se descompone en las miles de piezas que ya tenías colocadas. 
En ese preciso instante, te desmoronas al igual que él. Te haces añicos. Y de repente, te das cuenta de que tienes que volver a empezar. Esa vuelta a empezar, te da mucho miedo. Los fantasmas, tus fantasmas, aparecen e intentan impedir que ese nuevo proceso de reconstrucción vaya adelante. Pero, tú, eres más fuerte que todos ellos. Te das cuenta, que estos sólo existen en tu imaginación, y que por supuesto puedes con ellos. 
Así que un buen día, una buena mañana, te despiertas con una sonrisa en los labios, con la sensación de que las piezas del puzzle de tu vida se están colocando tranquilamente, pero de forma segura, sin prisa alguna. Poco a poco has ido descubriéndote, reencontrándote, permitiéndote fluir, permitiéndote vivir sin planificar, disfrutando cada instante. Y es, en ese preciso instante, cuando lo que creías que no tenía sentido, cuando lo que creías que nunca pasaría empieza a tomar forma, empieza a ser una realidad. 
Y es que si crees... creas. 

Hablando con la mirada

Ayer me dijeron que mis ojos hablan. Es cierto. A menudo, me digo a mí misma que debería ser capaz de controlarlos. Debería de ser menos transparente de lo que soy. Pero, me resulta muy complicado. 
Dicen que los ojos son el espejo del alma. Y la verdad, en mi caso es cierto. Mis ojos me delatan. 
Debería de haber más gente como tú, me comentaron ayer. Gente transparente y sin dobleces, gente que hablara con la mirada. 
En este momento de mi vida, mi mirada habla. Mi mirada es capaz de contar como me siento, cuenta lo que siento... 
Y sí, me delata. No puedo evitarlo. Qué le voy a hacer. 
Ahora, refleja felicidad, tranquilidad, paz interior, seguridad...
Hay algo más bonito, que ser capaz de hablar sin necesidad de utilizar las palabras?. Hablando con la mirada...

jueves, 15 de diciembre de 2016

Energía

Algunos días tengo la sensación de que me falta el aire para respirar. 
En esos momentos, y a pesar de que salir a correr, no es una de las cosas que más me emocione hacer en este mundo, es lo que realmente me apetece. Cualquier espacio en el que me encuentre me resulta pequeño. 
Es una sensación de ahogo, de presión, de nerviosismo...Pero al contrario que hace unos meses, ahora esta sensación es buena. Tengo identificado el origen de la misma. Se me genera por un exceso de energía en mi interior. Un exceso de energía vital. Ahora, necesito canalizar esa energía, ya sea nadando, corriendo, saltando, bailando, e incluso escribiendo. Esta energía es generada por mis sentimientos, por mis sensaciones. Ayer, sin ir más lejos, me dijeron que yo, soy sentimiento. Esto es cierto, siempre ha sido así. Y sí, en alguna época de mi vida, la he controlado, eso no ha sido bueno para mí. Porque al final, si lucho contra lo que no soy, acabo cometiendo un error muy grande. Me transformo en alguien gris y triste y yo... no soy así. 
Ahora y después de un tiempo, consigo canalizar toda esa energía y transformarla en algo mayor, en algo que me permite sentirme más fuerte, más segura y que a la vez me permite mostrarme como soy.

lunes, 12 de diciembre de 2016

Sometimes

Hoy, me he dado cuenta de que todo es relativo. 
Todo se ve de forma diferente en función del papel que jugamos en cada historia. 
A veces verdugos, a veces víctimas.
A veces, engañamos; a veces nos engañan.
El punto de vista de cada uno es diferente. 
El papel que interpretamos es distinto. 
Así es la vida.
Sometimes, you win.
Sometimes, you loose.
Pero, aún con las pérdidas, también ganas.


domingo, 11 de diciembre de 2016

Domingo

Domingo, final de semana. 
Final de una semana densa, intensa, difícil. 
Tranquila, sentada en mi sofá, con la casa en silencio. 
Sintiéndolo. 
Dejando que me invada. 
Dejando que entre hasta lo más profundo de mi ser.
Me permito mi tiempo para leer, para reflexionar, para pensar.
Me doy cuenta de que lo que antes era explosión, ahora es reflexión.
Reflexión, revisión, análisis... todo con un sólo objetivo: crecer. 
Me doy cuenta de que poco a poco he sido capaz de ganar capacidad para interiorizar las cosas. Para hacerlas mías y transformarlas. He conseguido transformar el dolor en algo positivo, en aprendizaje. 
Hoy, domingo, me doy cuenta de que hace un año, no era capaz de reaccionar así. 
Hace un año, el dolor, mi dolor, hacía que no fuera viera más allá. 
Esta semana, ha supuesto para mí, un punto de inflexión en mi proceso personal. Pasó un acontecimiento, que hizo que mis miedos más horribles se me pusieran delante. Y esos miedos, que me paralizaron por un momento, consiguieron que fuera capaz de vencer otros temores, y que haya podido superar otros escollos con la mayor tranquilidad del mundo. 
Esta mañana, alguien me ha dicho que me veía genial, que en mi cara se reflejaba alegría y serenidad. 
Hoy, domingo, final de semana... de una semana dura, difícil, intensa...

sábado, 10 de diciembre de 2016

Dudas, temores y demás

Hoy, me cuesta concentrarme para escribir. Tengo varias cosas en la cabeza que me dan vueltas. Y lo cierto, es que cuando esto me pasa, es porque ya es hora de frenarlas, de pararlas y de aceptar que las ideas que hay rondando en mi interior,  las tengo bastante claras. Es hora de dejar a un lado las dudas, los temores y demás. 
A veces pienso que la seguridad genera inseguridad. Suena a paradoja, pero así es como lo creo.
El sentirme segura de mí misma, después de bastante tiempo en las trincheras, me genera dudas.  Piensas, que como puede ser que de repente, no seas la misma persona que eras hace un tiempo. Cómo puede ser que ahora seas la misma que hace unos años. 
A lo largo de estos meses he ido despertando de un largo letargo. Ayer, sin ir más lejos, le confesaba a alguien que tengo dudas y miedos, que no estoy tan segura como lo parece. Si bien es cierto, que lo que quiero lo tengo muy claro. 
Estoy desarrollando mi paciencia. 
Estoy aprendiendo a controlar mis miedos e inseguridades y a no permitir que estos me provoquen ansiedad.  
Estoy aprendiendo a caminar sin prisas, a disfrutar cada momento y por supuesto a dejarme sorprender. 
Pequeños pasos hacia adelante. Asumiendo riesgos. Sintiendo lo que me aporta cada momento. Caminando segura. 
Dejando a un lado, mis dudas, mis temores, mis... demás.

miércoles, 30 de noviembre de 2016

Cerrando el día

A menudo me encanta escuchar una canción, cerrar los ojos y dejar volar mi imaginación.
Momentos de descompresión de la mente, antes de ir a dormir. 
Agotada después de un día intenso. 
Repasando los momentos vividos.
Revisando los puntos complicados del día.
Buscando pequeñas (a estas horas no pueden ser de otra forma) soluciones, para poner en práctica mañana. 
Mañana?. 
Maybe...

domingo, 27 de noviembre de 2016

Mi única verdad

Hace siete años, me hicieron lo que es el mejor regalo de mi vida. Me dieron la posibilidad de ser tu mamá. La adopción era mi única elección para ser madre. Era una decisión que tomé siendo adolescente. Y al fin se cumplía. Al fin se hacía realidad. Que le voy a hacer si soy así de obstinada. Cómo bien me dijo una vez mi padre, siempre consigo todo lo que me propongo. 
Hoy, esta imagen ha venido a mi mente. En un día como hoy, nos plantearon la posibilidad de que te unieras a nuestras vidas. Y fue, exactamente el día de nochebuena, cuando ese sueño se hizo realidad. El olentzero, pasó por nuestra casa bien prontito por la mañana.
Cuando hago balance de lo que han sido estos siete años, veo los momentos duros que hemos pasado juntos. Los miedos, las dudas, las incertidumbres... pero también veo todo lo bueno: los progresos, la gente maravillosa que nos hemos ido encontrando por el camino y que han hecho posible que lleguemos a donde hemos llegado, las alegrías, el brillo de tus ojos color miel. 
Y lo mejor de todo, es que esto no ha terminado. Este camino sigue, y ahora es sin duda más especial.
Me doy cuenta de que a pesar de no haberte parido, eres lo más parecido a mí que hay sobre el planeta Tierra. Como bien dices... eres una mica caparrut ( y quien soy yo para llevarte la contraria...).
Hoy, es un día especial. Hoy, no quería salir de casa. Y cuando te he oído, me has trasmitido tu alegría.  Y por tí, sólo por tí, voy a hacer un tremendo esfuerzo por enfrentarme a mis miedos tontos. 
Mi cielo, eres mi única verdad. Eres mi pequeño gran príncipe. El único motivo por el que me enfrento a mis temores cada día. Eres, ese trozo del mismo cristal, y estábamos destinados a encontrarnos.  
Como te digo cada día, susurrando antes de que te duermas: T'estim molt!!!

sábado, 26 de noviembre de 2016

Vivir es sentir

Llevo un tiempo pensando en la importancia de vivir cada segundo,  de vivir cada día como si fuera el último. Como sino fuera a haber un mañana. Después de leerme el último libro de Albert Espinosa (el cual voy a releer) es cuando esta idea ha tomado más fuerza en mi mente. 
He conseguido liberar mi mente y mi corazón de todas las emociones negativas. Ha sido un proceso lento y complicado, porque cuando alguien a quien amas, alguien por quien darías la vida, te hace daño, dentro de tí se genera mucho dolor, impotencia, rabia... Sientes que quieres morirte. Lo único que quieres es desaparecer. 
Luego, a medida que pasa el tiempo, te vas haciendo consciente de que eso no es bueno. De que eso no es lo que toca. Lo cierto es que no nos enseñan a perder. Nadie nos prepara para afrontar las pérdidas, ya sea por la ruptura de una relación, por la muerte de alguien cercano...Llegados a este punto, y con la perspectiva que me da lo vivido, me doy cuenta de que todas las pérdidas nos aportan enseñanzas. Todas las pérdidas, se convierten en ganancias. De todo lo que nos ocurre debemos extraer lo positivo.
Ahora, cuando me despierto cada mañana, lo hago con una sonrisa, dando gracias porque tengo la oportunidad de vivir un nuevo día. De poder disfrutar de todo aquello que en este instante de mi vida, considero un regalo de vida. Por supuesto que tengo momentos de bajón, momentos de tristeza, momentos en los que las lágrimas inundan mis ojos y no consigo pararlas. Pero luego, cuando lo consigo, me doy cuenta que vivir es simplemente eso. Vivir es sentir. Y ahora, me permito sentir de nuevo. No me importa llorar, no me importa bajar la guardia y mostrar mis debilidades y mis miedos. Porque soy humana. Porque estoy viva y porque no tengo que demostrar ni justificarme ante nadie de como vivo mi vida. 
Río, lloro, grito, susurro, hablo, me callo, digo lo que pienso y lo que siento. 
En definitiva, SIENTO, VIVO. 
DISFRUTO CADA MOMENTO.

viernes, 18 de noviembre de 2016

Porque sentir es estar vivo...

Hay momentos en los que no puedes evitar que las lágrimas inunden tus ojos. No sabes muy bien cual es el motivo, pero lo cierto es que están ahí, no puedes hacer nada por pararlas. 
La verdad, es que ayer, cenando con mi pequeño gran príncipe y hablando de nuestras "flores y espinas" del día, fui consciente de que no tengo ninguna espina tan importante como para estar triste. Fue un momento mágico, de esos que empiezan a ser una maravillosa constante en mis días. 
Así que, deduzco que estas lágrimas son de felicidad. Porque también se puede llorar de felicidad. 
Escuchando una canción, cerrando los ojos y recordando una mirada, una sonrisa, un beso, un momento especial, esos pequeños-enormes momentos de felicidad; esos momentos que son los que le dan sentido a la vida.
Porque reir, llorar, son expresiones de que sentimos, y sentir es estar viv@. 

Maravillosa soledad

Durante este año he re descubierto la soledad, mi soledad. 
Esos ratitos en los que permites que el silencio de la casa te inunde, se haga contigo, forme parte de tí. 
Esos ratos en los que decides salir a pasear sola, sin nadie. Entonces, tu único objetivo es simple y llanamente volver a encontrar tu esencia.
Esos instantes en los que te enfrentas a tus miedos, a tus dudas, a tus temores.
Esos momentos, en los que de repente, te haces consciente de que te haces más y más fuerte; más y más segura. 
Y, casi sin saber como, vuelves a ser la misma de antes. 
Vuelves a ser esa persona alegre, decidida, sin miedo a arriesgar, con ideas e inquietudes, segura de sí misma... 
Y lo mejor de todo, es que hoy, en uno de esos maravillosos momentos de soledad, que me he permitido a mí misma, a la salida del trabajo, me he dado cuenta de que lo que más valoro es del poder disfrutar de la compañía de mis seres queridos y de mis amig@s; esas personas a las que quiero tanto y que me aportan cosas nuevas cada día. Esas personas, con las que comparto momentos increíbles, son un regalo de la vida. 
Y todo esto... gracias a esa maravillosa soledad.

domingo, 13 de noviembre de 2016

Reflexiones


Fin de semana cargado de emociones. 

Desde mucho antes de que comenzara hasta quien sabe cuando...
Tener la oportunidad de conocer a uno de mis escritores favoritos ha sido una de las cosas más increíbles que me han pasado. Una persona que rezuma energía positiva por cada poro de su piel. 
Disfrutar de esas pequeñas cosas que te regala la vida cada día. 
Disfrutar de la buena compañía de tus amig@s, compartiendo conversaciones, preocupaciones, recuerdos, risas...
Hacerte consciente de que lo importante es hoy, porque el mañana está muy lejano.
Saborear poco a poco el sentido de la vida. De esa vida que sin darnos cuenta se nos escapa a cada segundo que pasa.
Hacer balance de lo que que ha sido tu recorrido vital hasta ahora.
Aprender que los errores no son tales, sino que son aciertos. 
Prepararte para crear una nueva semana; despacito, sin prisa, para no perderte ningún detalle. 
Porque... si crees...creas.



martes, 8 de noviembre de 2016

Conociéndome un poco más

Ahora que estoy dando mi vuelta número cuarenta y seis al sol, estoy conociéndome un poquito más a mí misma. La verdad, es que me va que ni pintado lo de más vale tarde que nunca.
Ahora, entiendo mucho más las señales de mi cuerpo y de mi mente.
Ahora, entiendo más algunas de mis reacciones.
Ahora, identifico previamente algunas de esas señales de mi organismo, que son previas a determinadas reacciones.
Ahora, puedo controlarlas.
Ahora se como puedo actuar.
Ahora, se que después de un momento de bajón, la claridad, llega a mi mente y a mi corazón. 
Ahora se, que estos procesos me ayudan a crecer y a mejorar como persona.
Hace unos días, alguien me dijo: a veces es bueno parar, para coger fuerzas y poder continuar. Y la verdad, es que tenía mucha razón. 
Me he permitido una temporada de parón. Una temporada que mi cuerpo y mi mente necesitaban para poder retomar fuerzas. Necesitaban parar. Yo, necesitaba parar; necesitaba pararme. Y es ahora, cuando realmente tengo las fuerzas necesarias para seguir adelante. Es ahora, cuando tengo la mente clara. Es ahora, cuando mi corazón está claro.  Es ahora, cuando tengo claro lo que quiero y lo que busco. Es ahora, cuando, realmente, tengo claro con quién quiero compartirlo. 
Y es... justo ahora, cuando me estoy conociendo un poco más.




Sol de invierno

Cielo gris.
Lluvia.
Frío.
Luz tenue.
Melancolía.
Felicidad.
Paz.
Tranquilidad.
Miradas cómplices.
Abrazos secretos.
Besos deseados.
Suspiros, reflejo de esos sentimientos guardados en silencio.
Sonrisas.
Hablar sin hablar.
Brillo en la mirada.
Serenidad.
...



viernes, 4 de noviembre de 2016

Lo verdaderamente importante

Hace años, una persona me dijo que nunca había conocido a nadie tan independiente como yo. Que le asombraba, que no necesitaba a nadie, que le daba la impresión de que las personas a mi alrededor ocupaban sólo un lugar, que no eran importantes y las usaba cuando las necesitaba. Ese comentario, de aquella persona, me hizo daño (de esto, me he dado cuenta, hace no mucho tiempo), más del que yo me imaginé en ese momento. Ahora, tiempo después, he sido capaz de ver que aquel comentario, no era más que miedo por su parte. Hablaba su miedo y me lo proyectaba a mí. Verdaderamente, consiguió proyectármelo y eso me fue apagando poco a poco, me fui consumiendo como una vela. Mi fallo, fue el no saber responder en ese momento. Pero, entonces no veía más allá de esa persona. 
Por supuesto, que soy una persona independiente, una mujer independiente. Pero si que necesito de mi entorno, de mi familia, de mis amig@s... 
Por supuesto, que necesito de las personas que quiero.  
Sin ellas no habría llegado a ser quien soy, no habría llegado a ser lo que soy...
Ahora, al echar la vista atrás, me doy cuenta de cuales fueron mis errores en aquel momento. Pero, la parte positiva de todo esto es que ahora soy consciente de ello y he conseguido darle la vuelta. Y lo que es mejor, he aprendido de aquellos errores. 
Sin lugar a duda, soy independiente. Y por supuesto, que ahora, más que nunca, valoro mi independencia, mi espacio, mi tiempo. No estoy dispuesta a renunciar a todo esto, salvo que haya razones de fuerza mayor para hacerlo. 
Eso sí, que no quepa la menor duda, de que mi entorno: mi familia, mi hijo, mis amig@s, son y serán parte esencial de mi vida, de mi día a día. Son lo verdaderamente importante. Son aquello por lo que para mí, merece la pena levantarse cada mañana. Son el motivo de que mis ojos tengan un brillo especial. Son aquello que me da fuerzas para seguir adelante con mis sueños. Y por supuesto, serán parte importante el día en que alguien especial decida compartir mi vida y mis sueños, conmigo. 

miércoles, 2 de noviembre de 2016

Día a día

Día a día.
Momento a momento.
Minuto a minuto, voy disfrutando del enorme regalo que me ha hecho la vida. 
Ahora, al echar la vista atrás me doy cuenta de que realmente todo lo vivido, no era más que la antesala de algo mucho mejor. Era parte de mi aprendizaje personal. Soy capaz de verlo todo desde otra perspectiva, de analizar las cosas con otro prisma diferente, de sacar sólo la parte positiva de cada momento. 
Lo mejor de todo es que este camino no lo he recorrido sola. He tenido el mejor apoyo que se puede pedir: amig@s, familia, mi hijo...Así todo ha sido más sencillo de lo que esperaba. 
Día a día.
Paso a paso.
Escuchando, sintiendo... 



domingo, 30 de octubre de 2016

Regalando sonrisas

Qué maravilla cuando alguien te regala una sonrisa.
Una sonrisa verdadera.
Una sonrisa sincera.
Hace no mucho tiempo leí esta frase: "Regalar sonrisas no cuesta nada" 

viernes, 28 de octubre de 2016

Silencio

Y de repente... silencio.
Viernes tarde noche.
Desde hace un año, era uno de mis momentos especiales de la semana; mejor dicho, era: Mi Momento
Hace un año, decidí cumplir uno de mis sueños, apuntarme a un grupo de batucada. Siempre, desde niña, he estudiado música, pero la percusión, era una de mis asignaturas pendientes. Por suerte, o por desgracia, soy música, soy ritmo, es algo superior a mis fuerzas. Es algo que surge de muy dentro de mí. No puedo evitarlo. 
Hasta que no estás dentro de un grupo de batucada, no sabes la fuerza que se transmite dentro. La fuerza de la percusión, la alegría de las personas... eso te provoca un subidón tal de energía, que me resulta imposible encontrar un símil para comparar. Esa fuerza, esa energía, se contagia. Y hoy, ha sido si cabe muchísimo más especial. Hoy, todos sabíamos que era el último día y por eso creo que hemos tocado con más ganas. Con cierta tristeza dentro de nosotr@s, pero lo que hoy se respiraba en esa habitación, tenía más fuerza que cualquier fuente de energía que podamos imaginar. 
Sonido, fuerza, alegría, música, y de repente ... silencio.
Pero... esto no acaba aquí...
Ahora... no.

miércoles, 26 de octubre de 2016

A pesar de...

A pesar de que estoy muerta de cansancio, me he puesto a rebuscar entre mis libros, y he encontrado las dedicatorias que me escribieron un@s compañer@s de trabajo muy especiales que tuve en mi etapa en Bilbao. Coincidió con la puesta en marcha de uno de los proyectos más importantes en los que he tenido la suerte de participar. Fue una etapa dura, complicada, por lo innovador del proyecto, por las horas y por la dedicación que la puesta en marcha de un proyecto de esta envergadura requiere. Pero, a la vez, motivante, increíblemente enriquecedora en lo personal y en lo profesional. Pero llegó el momento de dejarlo, de decir adiós. 
Llegado ese día y como no éramos muchos en el equipo, a pesar de las promesas iniciales, decidí despedirme de una forma ... diferente. A cada un@, les regalé una vela, de uno de mis colores favoritos, y un escrito personalizado para cada un@. Pretendía que me recordaran, no sólo porque a pesar de ser su responsable, me encargaba de preparar el café cada mañana. Ahora que ha pasado el tiempo, he de reconocer, que en esta tarea, había un puntito egoista, puesto que yo siempre necesito un buen café para empezar la mañana. 
De todos los proyectos en los que he tenido la suerte de participar, creo que este ha sido el más significativo por el valor humano del equipo que conseguimos ser. 
Uno de esos eslabones del equipo, me devolvió el regalo, escribiéndome un texto que no puedo copiarlo todo, pero me apetece recoger un poquito.
"Quizás un día, me encuentre sentado en un banco, con las manos sujetando un bastón, y me diga: "Qué será de aquella chica?. Hostia!!!, cómo se llamaba?. Trabajó conmigo. En fin, seguro que le ha ido muy bien, pues estaba conectada con la naturaleza. El nombre se habrá consumido, como la vela. Pero el recuerdo del ser, la esencia seguirán siempre". 
Pues bien, eso es lo que importa. La esencia de los encuentros; la esencia de las personas que a lo largo de nuestra existencia aparecen en nuestro camino. Siempre digo que me considero una persona muy afortunada, porque la vida me ha permitido dedicarme a aquello que más me gusta y me motiva, el trabajo "con y para las personas". 
Cada día aprendo algo. 
Cada día alguien me enseña algo nuevo. 
Cada día alguien se encarga de decirme que recibo lo que doy. 
Cada día me devuelven una sonrisa, un saludo amable, un comentario, una broma...
Y todo porqué a pesar de ser una persona dedicada al mundo de lo productivo, lo que realmente me importan son las personas.


viernes, 21 de octubre de 2016

Aprendiendo a transformar


Salgo de casa para ir al trabajo. 
A lo lejos, las luces de la ciudad se reflejan en el mar de nubes que cubre el cielo. 
Los relámpagos iluminan el camino. La lluvia no deja de caer.
Aviones que van y vienen.
Aviones, que aparecen y desaparecen entre las nubes. 
Sueño en los ojos. 
Suave sonrisa en la cara. 
Semana de dudas, sensaciones, emociones, certezas, cambios... 
Semana de noches de insomnio.
Semana de aprendizaje en lo personal.
Lo malo de ser corazón, es que sientes el dolor.
Lo bueno de ser corazón, es que eres pasión.
Lo mágico de ser así, es sentirte viva.
El principio de la conservación de la energía dice: " La energía no se crea ni se destruye, solamente se transforma".  Pues bien, estoy aprendiendo a aplicarlo a mi crecimiento personal. Estoy aprendiendo a dejar que el dolor, entre hasta lo más profundo de mi interior, hasta lo más profundo de mi corazón. Estoy aprendiendo a dejar que esa sensación me inunde, me invada. Estoy aprendiendo a hacerla parte de mí. Porque me he dado cuenta de que sólo así, puedo transformarla en pasión, en amor, en paz, en tranquilidad. Y esto, es lo que realmente me hace ser especial; me hace sentirme viva; me hace ser, sencillamente yo. 

martes, 18 de octubre de 2016

Érase una vez...un sábado de otoño

Era un sábado. Un sábado de principios de otoño. Un día como otro cualquiera. O al menos eso parecía. Pero resultó que ese día, se convirtió en especial. Un día de esos que no se olvidan fácilmente. O quizá, más bien, un día imposible de olvidar. 
Era un sábado, cuando descubrí sin darme cuenta, que la puerta que hasta hace nada estaba abierta, se había cerrado. Esa puerta me comunicaba con mi pasado. 
Fui consciente de esto porque de repente, de sorpresa, sin esperarlo apareció delante de mí, otra puerta diferente. Era la puerta de mi presente. 
Tenía delante de mí una puerta nueva, una puerta que me permitía disfrutar del momento. Una puerta que me permitía volver a conectar con la naturaleza y por consiguiente con la magia.  Azules y grises del cielo y del mar, contrastaban con los verdes y marrones de la sierra de Tramuntana. Esos mismos colores que hace años hicieron que me enamorara de la isla de Mallorca, volvían a ser mágicos. Esos colores, esa naturaleza, volvían a conectar conmigo, con mi yo interior, con mi esencia. 
Desde ese día, consigo vivir mi presente, sin preocuparme en lo que me deparará el mañana. Me concedo pequeñas licencias a mí misma, para sentir lo que la gente me transmite; lo que la naturaleza me transmite. Voy tomando consciencia de ciertas cosas que hasta hace no mucho, no acababa de creerme. Voy descubriendo que realmente si crees, creas. 
Y todo esto... desde un sábado cualquiera de principios de otoño.




sábado, 15 de octubre de 2016

Todo sucede por alguna razón


Cerezos en flor
Durante estos meses he pasado por distintas etapas en las que he ido aprendiendo que no es bueno controlar los sentimientos, y mucho menos engañarse a uno mismo, repitiéndote como un mantra, algo que no es cierto. 
He aprendido que no se puede controlar lo incontrolable. Y que en ocasiones las cosas más inesperadas pasan. Y precisamente, por ser inesperadas, no son controlables. Y, precisamente, por ser inesperadas, son inevitables. 
Hoy, alguien me ha recordado que todo sucede por alguna razón. Y lo que hoy parece inexplicable, y te provoca cierta desazón, tiene sentido. Y si ha pasado es por algo. Es porque quizás sea la antesala de algo mejor. 
Lo que sí es cierto, es que estos meses, estas semanas, me han permitido aprender que el presente es un regalo. Y por fín, he aprendido a vivir ese presente. 
He re-aprendido a escuchar a mi corazón. Estoy aprendiendo a que razón y corazón, dialoguen.
Me he permitido, el dejarme sentir. 
Y estoy aprendiendo a disfrutar de los regalos que me brinda la vida.
Porque realmente, todo sucede por alguna razón.

viernes, 14 de octubre de 2016

Insomnio

Esta noche, no he conseguido dormir, ni un solo minuto. Ha sido una de esas noches en las que por más que lo intentas, no consigues conciliar el sueño. Vueltas y más vueltas. No consigues parar tu cabeza, y además se le ha añadido un terrible dolor de garganta. Ese dolor, es tan grande que impide que duermas, que consigas ordenar tus ideas. Que te impide incluso, recopilar lo maravilloso que ha tenido tu día. Ese dolor, es tan grande que eres incapaz de encontrarle respuesta a lo que no es más que un malentendido, por un día de cansancio, de mucho trabajo, de muchas emociones y muchos sentimientos controlados. 
Ahora, café en mano y con música de fondo intento activar mi cuerpo y dejar a un lado lo malo de esta noche. Voy a intentar ponerme en marcha y buscar un ápice de positivismo a este sábado de octubre. Sábado que se presenta como día de sofá, manta, películas, infusiones, miel...
Pero a este sábado le faltará algo. A este sábado le faltarás, tú. 

martes, 11 de octubre de 2016

Sueños. Deseos. Decisiones

Hace bastante tiempo me leí el libro de Albert Espinosa, "El mundo amarillo". Me lo prestó una muy buena amiga, y me gustó tanto, que me lo compré para leerlo de nuevo y tomar notas. Lo usé, incluso en mi trabajo, con la finalidad de motivar al equipo que tenía en aquel momento, y creo que lo conseguí.
Ese libro fue una revelación para mí. Una de mis frases favoritas es "si crees en los sueños, ellos se crearán". Y los sueños se cumplen, si tomas decisiones. Si quieres cambios en tu vida, tienes que luchar por ellos. Sino, nada cambia.
En nuestro día a día pasan cosas inexplicables. Pero que realmente, si nos paramos a pensar y a analizar, realmente tienen su razón de ser. Todo tiene su porqué. 
Llevo unos días extraños, ligeramente complicados, con algunos momentos duros. Y a la vez, me han pasado cosas geniales. He recuperado el brillo en los ojos, la ilusión y la sonrisa...no se borra tan fácilmente de mi cara.
Hoy, puedo decir, que es un día especial, porque he encontrado a uno de esos amarillos, a los que Albert, se refiere en su libro. Ha sido un momento, de esos mágicos, en los que te sorprende ver que aunque tú creas que pasas desapercibida, no es así. El día de hoy, ha sido muy productivo en lo personal; porque después de una conversación con "mi nuev@ amarill@" he tomado una decisión. Una decisión que puede cambiarlo todo.

lunes, 10 de octubre de 2016

Química en el corazón

Últimamente estoy aprendiendo a escuchar de nuevo a mi corazón. Durante mucho tiempo, no sabría decir cuanto, me he dado cuenta que había dejado de hacerlo. Sólo escuchaba a mi cerebro, me había vuelto una persona muy racional. En cambio, a lo largo de estos meses, he ido re-aprendiendo a escuchar a esa parte tan importante para mí. Aquella, que junto a mi intuición, siempre me han servido de guías. 
Durante los últimos meses, semanas, e incluso días, mi corazón ha vuelto a hablar, a opinar, a dejarse oir. Y esa sensación que produce en mi interior, me gusta; porque sea tanto para bien, como para lo contrario, me hace sentir de nuevo viva. Vuelvo a sentirme tranquila. Vuelvo a sentirme yo.
Mi corazón ahora habla. Mi corazón, intercambia sus opiniones con mi cerebro. Mi corazón, ha reaccionado. 
Entre mi corazón y mi intuición ha renacido la química. 
De nuevo, la química ha vuelto a mi corazón.

domingo, 9 de octubre de 2016

El sentido de la vida

Hace un tiempo, me hicieron una pregunta ¿Cual es para tí el sentido de la vida?.
Mi respuesta fue rápida y sencilla: ser feliz. 
Intento encontrar la felicidad en cada cosa que hago, en cada cosa que vivo. 
Me siento afortunada por estar rodeada de un@s amig@s maravillos@s, que están en los momentos buenos y en los no tan buenos.
Me siento afortunada, por tener un hijo, que cada día me sabe arrancar una sonrisa, y me da infinitos motivos para seguir adelante.
Me siento afortunada, por tener una familia como la que tengo. 
Me siento afortunada...muy afortunada.
Me siento feliz.


lunes, 26 de septiembre de 2016

Sencillamente

Llevo meses, escribiendo como me siento. 
Llevo meses, hablando de mis sentimientos.
Llevo... mucho tiempo pensando, permitiéndome sentir, permitiéndome crecer...
Llevo... no se... tanto, tanto tiempo, buscando esta sensación.
Tranquilidad.
Serenidad.
Paz interior.
Seguridad.
Amistad.
Amor.
Futuro.
Felicidad.
Sencillamente...




domingo, 25 de septiembre de 2016

Nada más importa

Si pudiera ponerle música a este texto, sin lugar a dudas sería la canción de Metallica: "Nothing else matters". Después de unos cuantos meses, intentando sacar todo lo que llevo en mi interior; intentando poner orden en mi cabeza; intentando discernir si mis sentimientos, eran o no verdaderos. Culpa, miedo, rabia, decepción... y al final he conseguido dejar a mi corazón libre de todo eso, de todo lo negativo que me hacía daño. Ha sido un proceso lento, pero seguro. Un proceso en el que he ido dando pequeños pasos hacia adelante. Pasos firmes. Por supuesto, aunque ha sido y es mi proceso personal, no he estado sola, no me he sentido sola. He estado apoyada y respaldada por tod@s aquell@s que me quieren. 
Ahora, que consigo ver con perspectiva y cierta distancia, lo que he vivido. Me doy cuenta de que mis sentimientos eran, son y serán verdaderos. Mis sentimientos no son de usar y tirar, como los pañuelos de papel. Mis sentimientos son ciertos. 
Pero, también es cierto, que ahora soy capaz de enfrentarme a aquell@s que no se los creen, a aquell@s que dudaban al respecto, a aquell@s que con sus sonrisas y su indiferencia, me han hecho mucho daño; a aquell@s que con sus mentiras, me han herido en lo más profundo.
Ahora, nada de eso importa. 
Ahora, mi corazón está tranquilo, sereno, en paz. 
Ahora, vuelvo a ser yo. 
Ahora, vuelvo a sonreir.
Ahora, vuelvo a decidir por mí, para mí y para mi pequeño gran príncipe.
Ahora, me importan: mis nuevos proyectos, mis ilusiones renovadas, mi camino del día a día, junto a mi hijo y a aquell@s que me aportan serenidad, amor y sonrisas. 
Ahora... nada más importa.



lunes, 1 de agosto de 2016

Días como hoy

Hay días como hoy, en los que desde que me levanto tengo una sonrisa en la cara y no soy capaz de quitármela. 
Hay días como hoy, en los que me doy cuenta que los pensamientos negativos han desaparecido de mi mente.
Hay días como hoy, en los que siento que mi corazón está tranquilo.
Hay días como hoy, en los que me siento infinitamente afortunada por estar rodeada de buena gente. 
Hay días como hoy, en los que gritaría a los cuatro vientos, lo feliz que me siento ahora mismo; porque tengo un hijo maravilloso, porque tengo un@s amig@s increibles y porque he tenido la suerte de tener una familia que me ha permitido hacer mi camino y me ha dado la oportunidad de llegar a ser quien soy.
Hay días como hoy, en los que he decidido aportar mi pequeño granito de arena para seguir ayudando a los demás.
Hay días como hoy, en los que he decidido poner en marcha uno de mis sueños.
Hay días como hoy, en los que soy consciente de quien soy y de todo lo que soy capaz.
Hay días como hoy, en los que no permito que nada ni nadie los estropee.
Hay días como hoy, en los que no me importa lo que pueda pasar mañana.
Hay días como hoy, en los que ... me siento realmente feliz.

lunes, 30 de mayo de 2016

Una nueva semana



Inicio de una nueva semana. 
Semana que se presenta intensa.
Semana de cambios importantes.
Camino segura, con paso firme hacia adelante.
Con una sonrisa que se dibuja en mi cara, nada más levantarme.
Felicidad.
Renaciendo, creciendo, mejorando, cambiando...



sábado, 7 de mayo de 2016

Reflexiones de un sábado por la mañana

Sábado de mayo, gris, lluvioso. Después de una semana ligeramente agotadora y baja de fuerzas y defensas, debido a un catarro primaveral; hoy, me he despertado ligeramente diferente. He dado un pequeño paso más en mi proceso de crecimiento personal, he tomado alguna que otra decisión importante en este momento de mi vida; y además parece que las ideas vuelven  a mi cabeza, dispuestas a ordenarse y convertirse en algún que otro proyecto. 
Conversaciones interesantes, en buena compañía, en un espacio agradable. Reflexionando sobre temas de actualidad y aprovechando a observar comportamientos. 
Después, me siento a escribir, en el sofá, con mi hijo apoyado en mi hombro y el que hoy, me ha dicho en varias ocasiones que me quiere mucho, y que soy especial. No puedo pedir más en un día como hoy. Me voy llenando de optimismo, me voy llenando de ganas de hacer cosas y de seguir adelante con mis sueños. Pasos hacia adelante, pasos firmes y seguros, quizás un poco lentos, pero es mi ritmo y el resultado es positivo. Nunca me ha gustado correr, pero tampoco quedarme quieta y estancada. Y ahora no es diferente. Yo, no he cambiado; pero si que durante estos últimos meses, he ido mejorando, creciendo, madurando, aprendiendo y a la vez enseñando. Sentimientos, sensaciones, intuiciones, ideas, reflexiones, conversaciones en un sábado gris y lluvioso de mayo. 

lunes, 25 de abril de 2016

Una vida para leer


Uno de mis pequeños placeres es la lectura. Siempre digo que necesito otra vida para leer. Me encanta perderme en una librería. Me gusta  esa sensación de perder la noción del tiempo; mirando libros, buscando el elegido. Aquel que pasará a formar parte de tus sueños durante unos días, durante unas semanas. 
A lo largo de mi vida me habré leído cientos de libros. Cientos de historias que me han enseñado países lejanos; personajes con los que he llorado, con los que me he enojado. Personajes que han sacado lo peor de mí. Y personajes que me han ayudado a ser mejor persona. Historias que me han transportado a tiempos pasados. Siempre me ha gustado pasear por las calles de una ciudad, sin saber donde ir, y de repente encontrarme con una librería, entrar y... dejar que pase el tiempo. Buscando, ojeando, leyendo, eligiendo... percibiendo el olor a papel, ese olor tan especial, que sólo encuentras en las librerías, en las bibliotecas. 
En la cabecera de mi cama, tengo unos cuantos libros empezados. Todos ellos de temáticas distintas, pero todos especiales. En la estantería de la sala, hay unos cuantos esperándome para acompañarme en algún momento no muy lejano. Y en la recámara de mi mente... tengo otros tantos esperando a que me decida a ir a por ellos... Sólo necesito una vida para leer. Una vida para seguir aprendiendo. Una vida para seguir dejando volar mi imaginación. 

sábado, 23 de abril de 2016

Y de repente... despiertas

Y de repente despiertas. Te das cuenta que llevabas mucho tiempo sumida en un profundo letargo. En un profundo sueño del que no sabías como despertar. Pero, poco a poco, consigues ir abriendo los ojos. Hasta que por fin los abres definitivamente y consigues activarte de nuevo y comenzar a hacer de nuevo tu camino. 
Voy dando pasos en mi proceso de crecimiento personal. Y para ello no olvido todo lo que he vivido, bueno y no tan bueno. Me doy cuenta de que soy una persona positiva, que procuro ver el lado positivo de las cosas. Que soy vulnerable. Que soy transparente. Que no tengo dobleces. Que si tengo un buen día, se nota. Y que si lo tengo malo... también. Que la gente me aprecia y me valora por lo que soy, por como soy.
Esta semana, en el trabajo, una persona me dijo que la gente le había hablado muy bien de mí, de mi forma de trabajar, de mi forma de ser y de hacer. Esa soy yo; así soy yo. Por donde he pasado, siempre he dejado una pequeñita huella. Siempre he dicho que una parte de mí se queda en cada persona con la que he trabajado. He pensado porqué me pasa esto, y creo que el secreto radica en que la humildad es mi sello de identidad. 
Ahora, me he despertado. Soy capaz de ver. Soy capaz de analizar, reflexionar y meditar. Estoy creciendo como mujer, como persona, como madre. Sigo aprendiendo cada día. Y sigo aprendiendo de todas las personas que me rodean, sin importarme su procedencia, su titulación... simplemente escucho y aprendo. Y eso siempre ha sido así, siempre me ha enriquecido, porqué ahora en este momento, va a ser diferente?.




lunes, 18 de abril de 2016

Heidi versus Brave





Siendo una niña, siempre soñaba con ser pirata, mosquetera, guerrera... en fín, que no me veía precisamente como una princesa de cuento, paciente y tranquila. Siempre me imaginaba luchando contra las injusticias y defendiendo a aquell@s que lo necesitaran. Ahora, que estoy analizando mi forma de ser y de actuar, veo que esto ha sido una constante a lo largo de mi existencia, si bien es cierto, que no voy por la calle con una espada, o un arco y unas flechas... pero la entrega y la conexión con las personas siempre ha sido una de mis líneas de acción. Normalmente, se me dan bien las relaciones sociales. Me resulta sencillo conectar con las personas. No tengo que hacer nada especial, la gente se acerca a mí y me cuentan cosas. Quizás por eso, en este momento de mi vida, siento que ese apoyo y esa comprensión, que yo he podido ofrecer en ciertos momentos, ahora me viene de vuelta. Hace unos días, alguien me dijo que tengo una forma de ser que hace que la gente me aprecie, me quiera, sin más, porque transmito bondad. Esa bondad, es la que viene de mi pequeña Heidi interior. Esa inocencia de mi niña interior, hace que sea confiada; confío en la gente; confío en la bondad de las personas; confío en que sean como yo; como un cristal, transparentes, sin maldad, sin mentiras...
Pero, en estos meses, en los que estoy revisándome interiormente para seguir creciendo como persona, me he hecho consciente de que el ser así, el ser tan confiada, tan transparente, me ha ocasionado decepción, desilusión y dolor, mucho dolor. Es difícil cambiar la forma de ser de repente, sobre todo cuando tienes 45 años. Además no creo que acabar con mi niña interior, sea la solución. En cambio, me propuse hace unas semanas, retomar ese sueño de infancia; aprender a usar ese arco y esas flechas (siempre en el sentido figurado) para impedir que vuelvan a dañar mi interior. 
Heidi versus Brave.
 





viernes, 8 de abril de 2016

Lo efímero de la vida

De vez en cuando la vida se encarga de darnos una sacudida para que nos hagamos conscientes de que aquí estamos sólo de paso. Llegamos a este mundo de prestado, por un tiempo, y ningun@ sabemos de cuanto tiempo disponemos. A lo largo de nuestras vidas, nos vamos encontrando con personas, algunas se quedan con nosotr@s para siempre, otr@s pasan de puntillas, otr@s lo hacen por un espacio de tiempo determinado. Pero, tod@s nos aportan algo.  
En estos días, se han activado dentro de mí una serie de mecanismos que han hecho que me pare a pensar sobre lo efímero de la vida. Sobre lo insignificante que puede ser cualquier problema, ante el hecho de la muerte. Durante mucho tiempo, este fue un tema complicado de abordar para mí. A pesar, de tratarse de algo natural, algo que forma parte del ciclo de la vida. 
Ahora estamos, en un rato no lo sabemos. 
Hoy, sí; pero... ¿y mañana?. 
Es algo que tiene que llegar. Pero, aun siendo así, nunca estamos preparados para afrontar este momento. 
Todo, parece ser más sencillo, si se trata de alguien longevo; alguien que ya ha recorrido un largo camino entre nosotros. Lo complicado llega, cuando la muerte nos sorprende llevándose a alguien joven, alguien al que recuerdas llen@ vitalidad, optimismo y energía. 
Siempre he pensado que no nos preparan para este momento. No nos enseñan como enfrentarnos a la pérdida, no nos enseñan a saber pasar un duelo. Recuerdo, que en dónde yo me crié, cuando alguien allegado moría, la familia, tenía un año de duelo, un año de luto; tiempo en el cual todo se volvía negro. A menudo me preguntaba porqué. ¿ Porqué un año?, ¿porqué vestir de negro?, ¿porqué?...
La tristeza por la pérdida de alguien se lleva dentro, en lo más profundo de nuestro interior, y duele. Duele mucho. Y ese dolor no tiene una fecha de caducidad determinada. Y tienes que aprender a vivir con ese dolor, hacerlo tuyo, sentirlo, dejar que te toque en lo más profundo de tu ser, para que al final ese dolor, deje de ser lo que es y se convierta en algo bueno, en algo positivo, en algo que te de fuerzas para seguir adelante, para seguir con tu día a día, con tu camino. Ese camino que te lleva hacia donde tú quieres que te lleve. A donde tú quieres llegar. 



lunes, 28 de marzo de 2016

Que el vent bufi sempre a sa teva esquena

Hace años, un buen amigo me escribió esta frase: "Que el vent bufi sempre a sa teva esquena". Ahora, que me permito el lujo de pararme de vez en cuando a reflexionar sobre lo que ha sido mi vida, y sobre todo lo que he hecho a lo largo de mis cuarenta y nueve años, me doy cuenta de que es cierto. Este deseo de mi buen amigo, Joan, se ha cumplido. El viento siempre ha soplado a mi favor. Siempre ha permitido que vaya hacia delante. Bien es cierto, que he pasado por crisis, por momentos difíciles, como tod@s, supongo. Pero, siempre he conseguido salir reforzada de ellas. Siempre he contado con el apoyo y el cariño de amig@s y familia. Siempre he recibido ánimos y consejos que me han hecho pensar y ver cuales han sido mis errores para no cometerlos de nuevo. 
A mis cuarenta y nueve años me permito el lujo de pararme de vez en cuando. De darme tiempo para mí. De pensar en mí, en mis necesidades, en mis sentimientos, en mis sueños. Hace tiempo que no lo hacía, y me he dado cuenta de que eso ha sido un gran error. Soy, una mujer, que se siente orgullosa de ser mujer, una mujer valiente, independiente, alegre, sociable... que ha conseguido muchas de las cosas que se ha propuesto, y voy a seguir luchando igual, incluso con más fuerza, porque como el ave fenix, se resurgir de mis cenizas. 
Gracias por tu deseo buen amigo. Gracias por desear que el viento siempre soplara a mi espalda. 

jueves, 24 de marzo de 2016

Escuchando música, con el ruido del mar de fondo. 
Dejando que el sol caliente mi corazón, caliente mi alma. 
Absorbiendo parte de esa luz para hacerla mía, para volver a brillar. 
Poco a poco, voy recuperando mi brillo, mi espacio, 
mi yo.  
Sin prisas, sin obligaciones. 
Permitiéndome sentir. 
Permitiéndome vivir.
Escuchando a mi corazón.
Dejando fluir la energía.

jueves, 17 de marzo de 2016

Empezando de nuevo

Siempre me ha gustado escribir, es una de mis pasiones desde que era niña. Ya entonces, me dedicaba a escribir cuentos, pequeñas historias que llegaban a mi cabeza. En lugar de dedicarme a estudiar, en el tiempo de estudio, escribía cuentos. Con el tiempo retomé la idea y la volví a aparcar, por falta de tiempo. Hace unos años, decidí poner en marcha este blog. No se muy bien la razón, pero lo que empecé como algo ilusionante, se quedó aparcado en el fondo de un cajón. Pero esta semana, he decidido volver a ponerlo en marcha. Con este proyecto personal, no pretendo sentar cátedra sobre ningún tema. Nada más lejos de eso.  No soy escritora. Este blog lo empecé porque quería que fuera un espacio en el que poder recoger mis ideas, mis opiniones, mis sentimientos, mis emociones. Quiero abrir mi corazón y mi mente. Quiero que sea un espacio abierto, como yo, donde poder expresar lo que siento y que vosotr@s podáis hacer lo mismo. 
Así que, voy a intentarlo de nuevo. Voy a re-activar el blog.