sábado, 9 de noviembre de 2019

Ideas y viento del norte

Al igual que todas las historias tienen un final, así le ha sucedido al verano esta semana. Cuando parecía que no iba a terminar, el viento del norte entró con una determinación aplastante y se lo llevó a tierras lejanas. Me encantan estos días en los que el plan es estar en casa con la chimenea encendida, escuchando música tranquila y dejando volar mi imaginación. 
En tardes como esta es cuando aprovecho para reflexionar sobre miles de cosas, que nada tienen que ver con la jornada de mañana domingo (o quizás sí). 
Comparto mi fin de semana, con el primer catarro de la temporada, pero hasta eso me parece maravilloso, porque hoy ha sido un día especial. Un sábado de los de arreglar el mundo, con dos de las personas que me acompañan en este caminar por la vida. Empezar el día recibiendo felicitaciones por el ser que más quiero, hace que me reafirme en que estoy en el camino correcto; a pesar de las dificultades, los tropiezos, las subidas y bajadas, las idas y venidas... pero el seguir los dictados del corazón es lo que tiene. Si hace años hubiera escuchado las opiniones de determinadas personas, no estaría en el punto en el que me encuentro ahora. Así que seguiré como hasta ahora, escuchando a mi intuición, a los susurros de mi corazón. Continuaré caminando hacia adelante porqué como bien me dijeron una vez... "para atrás ni para coger carrerilla". En la vida hay que tomar decisiones constantemente. Y una vez tomadas asumir las consecuencias de las mismas. Me considero una mujer con mucha determinación. No me gustan las medias tintas, ni las medias verdades, ni tantas otras mitades... Tengo muy claras mis prioridades, mis objetivos y mis metas. Así como quien me acompaña en este viaje que es mi vida y quien no. 
El viento del norte se ha llevado el verano, pero ha venido cargado de ideas, ilusiones y sorpresas.

sábado, 26 de octubre de 2019

Momentos de melancolía

Acurrucada en su sofá, con la única compañía de su soledad. Decidió envolverse de suave música, de aromas que la transportarían a países lejanos y de esa tenue luz que tanto le gustaba. 
Mediados de otoño. Los días se iban acortando poco a poco. El sol se escondía perezoso, dejándole paso a esa luna nueva que permitiría a las estrellas iluminar el camino de esas almas pasajeras que pueblan la tierra.
Le encantaban esos momentos de introspección. Le eran tan necesarios. Era como bajarse del mundo. Quedarse parada por unos instantes. Resetear su mente; darle permiso al corazón para que se pudiera expresar. Poder escuchar lo que tenía que decirle. Siempre le hablaba despacito, con tranquilidad, a susurros prácticamente inaudibles. Pero, su alma los escuchaba. Era como si una mariposa se deslizara por las teclas de un piano haciendo sonar una preciosa melodía. Momentos especiales en los que la melancolía la abrazaba. Lleva su tiempo reconstruir un corazón roto. Reencontrarse con una misma y volver a sonreir. Nadie dijo que vivir sería una tarea sencilla. La vida nos pone frente a lecciones que debemos ir aprendiendo y superando. Etapa tras etapa. Madurando. Agradeciendo al universo. Sonriendo. Volviendo a brillar. 

viernes, 27 de septiembre de 2019

Septiembre


Hay momentos en los que las
 situaciones imprevistas se agolpan en tu día a día y no eres capaz de dar con la solución para que el impacto ocasionado por estas sea el menor posible. De repente, y sin saber como, te encuentras en el centro de un torbellino que gira a gran velocidad. El vértigo te invade; el miedo te atora. Impide que hagas aquello que más te gusta. Sientes que no puedes con todo. Tus obligaciones son abundantes. Pones en tela de juicio tu capacidad para hacer frente a lo que hasta hace unas semanas era lo normal en tu día a día.
Dudas, miedos infundados... se aprovechan de tu debilidad momentánea. Sientes que tus defensas están bajas. Deseas volver a ser tu misma. Deseas recuperar tu valor, tu fuerza, tu autoestima. ¿Cómo hacerlo?. ¿Cómo poder salir del centro de ese torbellino?. 
Al fin, decido pararme, quedarme quieta; eso me permite caerme, tocar tierra. Y ese contacto me concede la dicha de volver a recuperar mi centro y seguir con mi vida. Tras la caída y una vez tengo contacto con la Madre Tierra, consigo visualizar con perspectiva todo aquello que me rodea. Y me doy cuenta, tras un breve espacio de tiempo, que  estoy preparada para volver a girar de nuevo, para volver a subirme al mundo y retomar el control de mi vida. Septiembre llega a su fin.  El otoño negocia con un verano que parece no querer irse. Buen momento para revisar la lista de sueños por cumplir. Y, después de unas semanas de parón, seguir trabajando para conseguirlos.

domingo, 16 de junio de 2019

Un cálido abrazo

Un ligero viento soplaba aquel día. Ella, respiró hondo y comenzó a caminar. Necesitaba sentirse en contacto con la naturaleza. Solía romper con la rutina diaria de vez en cuando. Su cuerpo y su mente solían pedírselo. Un tiempo de desconexión de todo aquello que le rodeaba siempre había sido su mejor medicina. 
Comenzó a caminar sin rumbo alguno. Sintiendo el suave roce de la hierba en sus piernas. Permitiendo que el aroma de las plantas silvestres inundaran todo su interior.  Llegó a lo alto de la colina y se sentó a contemplar serenamente, todo aquelllo que la rodeaba. En ese momento, dio gracias al universo por todo lo que tenía. Una suave ráfaga de viento la envolvió y sintió como un cálido abrazo la arropaba y la animaba a continuar con sus sueños.

miércoles, 29 de mayo de 2019

Reflexiones de una vida

Era un día cualquiera. Un amanecer más. El despertador sonó temprano. El sol todavía se desperezaba, de la misma manera que lo hacía ella.  Y de repente, una idea llegó a su mente: "llevas vividos más años de los que aún siendo muy optimista te quedan por vivir". En ese instante, echó la vista hacia detrás y como en una película aparece todo, absolutamente todo lo que has pasado. Alegrías, tristezas, decepciones, recompensas, regalos del universo...
Aprendizaje continuo.
Sueños cumplidos.
Sueños rotos. 
Una montaña rusa de emociones. 
Subidas y bajadas. 
Idas y venidas. 
Un camino a recorrer lleno de curvas. pocas líneas rectas. 
Nadie dijo que vivir sería sencillo. Pero tampoco, nadie dijo que sería tan maravilloso. 
Poco a poco, ella había ido elaborando su álbum de vida. Lleno de imágenes diversas. El número de páginas había ido creciendo a medida que los años habían ido pasando. Pero, en ese instante, tomó consciencia de que el número de páginas por llenar, disminuía. Lo verdaderamente mágico, era la imposibilidad de saber cual era el número exacto de páginas en blanco. ¿Cuántas páginas quedaban por completar?...
Así que, mientras conseguía desenredarse de sus sábanas, decidió que era hora de ponerse en marcha para seguir completando ese álbum mágico, que no era otra cosa, que su vida. 

martes, 28 de mayo de 2019

Mi fiel compañera

Momentos felices.
Palabras que se las lleva el viento.
Instantes fugaces.
Felicidad pasajera.
Oscuridad repentina.
Caos y soledad.
Mares de lágrimas inundando mis ojos.
Tristeza que decide quedarse para ocupar tu lugar.
Un corazón hecho pedazos.
Proyecto de reconstrucción.
Trabajo minucioso, cuando lo que se desea es vivir.
La soledad se sienta a mi lado, para hablarme de tí.
De todo lo vivido y compartido.
Aquello que pudo ser y no fue.
Fiel compañera que me anima a seguir, 
por el camino empedrado, que tengo frente a mí.
Una tenue luz lo ilumina.
Y una suave brisa me lleva a avanzar.
Con pasos seguros y firmes.
Sin permitirme volver atrás.
Si me fallan las fuerzas, en ella me puedo apoyar.
Perfecta confidente.
Mi fiel compañera, mi soledad.




domingo, 17 de marzo de 2019

El dolor de las lágrimas no lloradas

Era una mañana de un día de finales de invierno. Mientras despertaba después de una larga noche en el mundo de los sueños, sintió el silencio que la envolvía. Abrió las ventanas para dejar que la incipiente luz del día se colase por ellas, e inundara las distintas estancias de su casa. 
Decidió prepararse una humeante taza de café y con ella entre las manos se sentó en su rincón favorito dispuesta a iniciar su jornada; no sin antes, disfrutar de ese mágico momento de introspección. 
Una tenue luz envolvía la habitación. Fuera una espesa niebla lo cubría todo. Parecía como si la naturaleza se resistiera a despertar y quisiera permanecer un instante más en ese estado de letargo invernal. Eso mismo era lo que le pasaba a ella. Esa sensación de adormecimiento, se había instalado hacía ya algún tiempo en su interior. 
Sin saber como, se había acostumbrado a sentirla muy dentro de sí. Era una pieza más de ese puzzle que poco a poco había ido forjando ella misma. 
Había pasado mucho tiempo desde que un inmenso mar de lágrimas inundara sus ojos y su corazón. Pero aún así, parecía que al igual que el largo invierno, el dolor de las lágrimas no lloradas, seguía agazapado en un rincón de su interior. 
A medida que el tiempo pasaba, el sol consiguió su objetivo de espabilar a la naturaleza y hacer que despertara. En ese momento y todavía con la taza entre sus manos, visualizó que serían su fuerza y su luz interior las que conseguirían iluminar, el último rincón en penumbra que todavía quedaba en ella. 

"Un solo rayo de luz es suficiente para despejar muchas sombras"

martes, 5 de febrero de 2019

Aromas, inicios, enigmas...

Una casa en la cima de una colina. Un porche que rezuma vida por todos los lados. Plantas, flores... distintos colores y aromas, que confieren al espacio un toque enigmático. Una mujer sale de la casa, abriendo la puerta con suavidad, sin apenas hacer ruido, como sino quisiera despertar a nadie. Ni tan siquiera al mismo sol.
Sostiene con delicadeza una taza humeante entre sus manos. En silencio toma asiento en su rincón favorito, preparándose para asistir al magnífico espectáculo que en unos instantes va a tener lugar. 
La oscuridad, poco a poco, va difuminándose. El horizonte se va tiñendo de colores. El sol, se despereza y va asomando lentamente por el Este. Esa imagen que durante tanto tiempo marcaba el inicio de su jornada laboral. Ahora, podía disfrutarla, como siempre había deseado, en el comienzo de una nueva etapa en su vida. Rodeada de naturaleza, envuelta por el silencio, tan solo roto por el murmullo de la brisa matutina y el suave cantar de los pájaros. En el refugio que con tanto amor había ido preparando. Este era su momento mágico, el inicio de un nuevo día, de un nuevo ciclo, de una nueva vida. Siempre le habían gustado los inicios; ese miedo a lo desconocido, a lo nuevo, a todo lo que está por acontecer. Ese hormigueo en su interior. Y eso justamente, es lo que la había mantenido viva hasta el momento; lo que le había proporcionado la energía necesaria para sobreponerse a todo lo que hasta ahora le había tocado vivir. 

domingo, 20 de enero de 2019

El Master de la Felicidad


En más de una ocasión he dicho que me considero una persona muy afortunada. La vida me ha ido poniendo pruebas, las cuales he ido superando a mi ritmo y con mis medios. Lecciones con diferente intensidad e importancia, pero que han supuesto interesantes aprendizajes, que han ido modelando mi personalidad. Una personalidad inquieta, alegre, con ganas de seguir aprendiendo cada día, fuerte y con determinación. Con el paso de los años, el carácter se va forjando. 
Pero en este camino, no todo son facilidades. En ocasiones,  la tristeza, el miedo y el desasosiego se instala en el corazón. Son factores que ralentizan el caminar por la vida, pero que son necesarios para continuar con ese aprendizaje continuo al que nos enfrentamos con cada nuevo amanecer. 
Cuántas veces nos hemos hecho esta pregunta: "¿Qué es la felicidad?, ¿dónde se encuentra?. Libros, estudios. Páginas y más páginas dedicadas a esta preciosa palabra; a esta maravillosa sensación. La búsqueda de la felicidad. Ese incansable objetivo que la sociedad en la que vivimos nos vende en cada segundo de nuestra existencia. El otro día, dando un paseo, alguien utilizó un concepto que me encantó y que de repente, desencadenó una oleada de microflashes que a lo largo del día han ido tomando cuerpo, hasta plasmarse en estas líneas. Para mí, la felicidad me rodea, me envuelve, me abraza a cada momento. Una sonrisa, una mirada, una imagen, un aroma, mi familia, mis amig@s... tantas y tantas "pequeñas-enormes" cosas que forman parte de mi pequeño caminar por este plano. Creo firmemente que la felicidad está dentro de cada un@ de nosotr@s y que tod@s tenemos a nuestro alcance la posibilidad de obtener un máster en esta materia. Basta con mirar un poquito a nuestro alrededor y aprender a sentir, a escuchar a nuestro corazón, a la naturaleza, a nuestra madre tierra.


" La felicidad me envuelve, me abraza, me acompaña en mi pequeño caminar."