Hoy, me he despertado escuchando este concepto: "injusto empobrecimiento". La verdad es que no es un concepto nuevo en estos momentos. La crisis está ocasionando cientos, miles de injustos empobrecimientos en gente corriente, en ciudadanos y ciudadanas como yo, como tú. Pero, hoy "el concepto", me ha ocasionado un cabreo de magnitud considerable; tanto que me he sorprendido pensando en salir a la calle y ponerme a quemar contenedores, sedes bancarias y a realizar demás actos vandálicos. Luego he respirado profundamente, he reflexionado y me he dicho: ¡¡¡¡Tranquila, esa no es la solución!!!!. Si haces eso tu familia, tus amig@s, serán los que sufran; y los que realmente deberían estar pagando por estas injusticias, no. Hay que buscar otra solución, y tú sola no puedes luchar contra el sistema. Piensa, reflexiona, actúa.
Pero volvamos al motivo de mi cabreo. ¿Porqué me ha cabreado hoy?. Pues bien, el concepto, hoy, hacía referencia al personaje Urdangarín, "injusto empobrecimiento", ¿porqué?. Cuando cobraba cantidades ingentes de dinero público y se las embolsaba para su beneficio personal, no se consideraba "injusto enriquecimiento".
Injusto empobrecimiento, es lo que sufren las familias en las que los miembros principales están desemplead@s; aquellas que no cobran prestaciones por desempleo, que sobreviven gracias a las ayudas sociales (eso, si las tienen), gracias a la ayuda desinteresada de amigos y familiares, much@s de ell@s pensionistas, que hacen frente al mantenimiento de las unidades familiares de este país.
Necesitaba escribir lo que siento desde esta mañana; no puedo evitar la indignación, no puedo evitar pensar en qué podemos hacer para acabar con esta farsa. Desde hace un tiempo, me levanto y me indigno; me voy cada noche a dormir indignada, y creo que eso ni es bueno, ni normal. ¿Podemos hacer algo por cambiar este sistema corrupto?. No quiero pensar que tod@s l@s que ocupan cargos de responsabilidad son iguales, pero de momento, no hay indicios de que esto no sea así, no?. Seguiré esperando una señal, un cambio de rumbo, pero, no demasiado tiempo; y a la vez voy a pensar en como puedo hacer propuestas para cambiar este sistema.