jueves, 22 de noviembre de 2018

Nubes y arco iris

Tu mañana comienza con un canción especial, aquella que elegiste hace años, para que fuera la encargada de despertarte cada día. 
Inicias tu actividad, poco a poco, como a tí te gusta. Sin prisas. Te preparas para salir de casa. Y de camino al trabajo, sin esperarlo, la misma melodía suena por los altavoces de tu coche. Lágrimas de emoción asoman en tus ojos. Escuchas la letra atentamente porque dice mucho de tí, de tus sueños, de tu forma de ser... Quizás podría ser una definición de tu verdadera esencia. 
Últimamente estás sumida en una etapa de reflexión y trabajo personal muy interesante. Poco a poco y sin esperarlo se han ido creando nuevas conexiones. Seres muy especiales con los que compartir sueños, temores, momentos complicados, ilusiones...Transmisión de fuerza, de energía. Realmente el universo te sorprende cada día. Te brinda nuevas oportunidades. Ilusiones que iluminan tu mirada. Aprendizaje constante. Crecimiento personal. 
Es bueno enfrentarse a los temores, a los miedos que tod@s tenemos y mucho mejor, es sacar una lección de todos ellos. A pesar de que en determinados momentos te surgen dudas sobre si serás o no capaz de enfrentarte a las situaciones que tienes en frente, recibes mensajes cargados de energía positiva y de fuerza. Tomas consciencia de todo lo bueno que te rodea. De lo que eres capaz de transmitir. Y de que tod@s podemos ser un arco iris en la nube de alguien. 

domingo, 18 de noviembre de 2018

Naturaleza, música y soledad

Siempre he pensado que la vida te regala personas y estas a su vez te hacen regalos. Estos, no tienen porqué ser materiales. En ocasiones, pueden venir a ti en forma de momentos, de vivencias...Pues bien, hace ya algunos meses, tuve la fortuna de que alguien me regalara el título de un libro. Un libro que habla sobre la naturaleza y los efectos beneficiosos que tiene sobre tod@s y cada un@ de nosotr@s. Cómo soy una enamorada de ambas cosas, naturaleza y libros, hoy, sin ir más lejos, he decidido empezar a poner en práctica lo que he aprendido al leer esas maravillosas páginas. Normalmente, cuando salgo a caminar, suelo hacerlo en compañía de dos de mis mejores aliadas en esta etapa de mi vida, la soledad y la música. La primera camina a mi lado, guiando mis pasos; y la segunda, les da el ritmo necesario para seguir el camino marcado. Hoy, sin embargo, llegado a un punto, he decidido darle un descanso a la música, y permitir que los sonidos de la naturaleza, fueran quienes marcaran mi ritmo. Un ligero viento traía consigo el cantar de los pájaros; las ramas de los árboles se mecían suavemente, confiriéndole al ambiente un toque mágico.  Conforme te adentras en el bosque, la luz cambia; la intensidad luminosa desciende y los aromas que te envuelven te transportan a épocas lejanas. Consigues aislarte de todo lo que te rodea y te centras solamente en tu respiración.  Llegado a un punto, te sales del camino marcado, en busca del lugar exacto donde recargar energía. Se trata de un lugar mágico. Estas sola en medio de la inmensidad del bosque. Dejas que la naturaleza te abrace, respiras hondo y de repente un escalofrío recorre tu columna vertebral. Has conseguido conectar con tu yo más profundo. Ahora, después de unos minutos, no queda más que tomar el camino de vuelta. El objetivo que te habías marcado para este día, se ha cumplido. Los resultados de esta maravillosa experiencia de conexión con la naturaleza empezarán a notarse en un breve espacio de tiempo.  

sábado, 3 de noviembre de 2018

Batiburrillo color esperanza

Llevo unos días pensando y analizando muchas de las ideas que llegan a mi mente. Noticias con las que nos bombardean el día a día. Intensas lluvias, torrenciales en casos cada vez más frecuentes, vientos de fuerte intensidad... La Madre Tierra nos habla y parece que la especie humana no la escucha. Parece lógico, puesto que l@s human@s estamos muy ocupad@s con nuestr@s vidas como para pararnos un momento y atender a lo que realmente debería interesarnos. Hoy mismo, me preguntaba cual fue el momento en el que nuestra especie dejó de escuchar y sentir el mensaje de la naturaleza. 
Lo bueno de tener tiempo para mí, es que me permito pequeñas licencias para pensar y darle vueltas a detalles para los cuales, antes creía que no tenía ni tan siquiera un momento. Ahora sí. Afortunadamente.
Escucho y leo noticias. Procuro hacerlo de forma plural, porque la objetividad es algo que por desgracia también se ha perdido. 
Miro a mi alrededor y veo infidelidades, mentiras...
Abusos de poder. La justicia ha perdido su imparcialidad.
Lo cierto es que hay días en los que la realidad que nos rodea, supera con creces a la ficción. 
Pero afortunadamente, siempre me he considerado una mujer con criterio. A pesar de haber cometido errores (como la mayor parte de los human@s), asumo las consecuencias de los mismos. Aprendizaje, una constante en mi vida. 
No me gustan las mentiras, ni decirlas, ni recibirlas. 
Soy coherente con mis ideales; los aplico en mi vida diaria e intento transmitírselos a mi hijo. 
Hoy, sin ir más lejos, he hecho un ejercicio de reflexión y a pesar de que el día había comenzado bajito de energía, el resultado ha sido enriquecedor. La energía se ha multiplicado en mi interior de forma mágica, simplemente pensando en aquello que me rodea y en lo mucho que me aporta en mi vida diaria. Siempre he dicho que me considero una mujer muy afortunada por todo lo que tengo y hoy ratifico esta afirmación por enésima vez. 
Sin más compañía que la música, la soledad y la cálida luz de las velas he logrado plasmar un batiburrillo de ideas y darles un toque de color esperanza.  

" Si fuéramos capaces de escuchar atentamente aquello que nos rodea, a nuestro entorno, a nuestros corazones, la vida sería completamente diferente y no serían necesarias las mentiras"