Se sentó al piano posando suavemente sus manos sobre el teclado. Al instante, una melancólica melodía surgió de entre sus dedos.
Días de carreras y prisas. Una agenda llena de compromisos. Sin apenas tiempo para detenerse a pensar. Sin prácticamente un segundo para ella. Y ahora, parecía que el reloj le otorgaba un merecido descanso. Penumbra. La chimenea encendida iluminaba la estancia.
Soledad. Silencio. El cual, sólo se veía interrumpido por esa melodía que brotaba como por arte de magia de entre sus manos. Sus dedos se mecían suavemente, interpretando las notas tan magistralmente escritas en otros tiempos; pero que en este instante, parecían dedicadas a ella.
Se dejó abrazar por la melodía que ella misma interpretaba y percibió una inmensa sensación de paz interior y felicidad, como hacía tiempo que no sentía.
Su tiempo, su espacio...su momento.
Ciclos que se cierran, para dar inicio a otros nuevos.
Sensaciones, proyectos e ilusiones renovadas que le otorgan la fuerza y la energía para seguir adelante con sus sueños.
"Preciosas melodías que te abrazan y llenan de felicidad, haciendo que tu alma brille"