Pero, de repente, la tranquilidad se adueña de mi interior. Sentada en el sofá, tapada con una ligera manta, mi mente viaja a otros lugares, a otros momentos...
Sensaciones, vivencias, recuerdos, sentimientos...
Recuerdo conversaciones de hace no muchos días.
Lecciones transmitidas por personas que de forma enigmática aparecen junto a tí.
Almas que de una forma u otra están destinadas a encontrarse.
Trozos de un mismo cristal que coinciden en este plano.
La lluvia golpea en las ventanas.
Señal inequívoca de que el verano se despide y el otoño, poco a poco, va anunciando su llegada
Rutinas que se retoman.
Idas y venidas.
Reencuentros y despedidas.
Nuevos proyectos.
Ilusión en las nuevas etapas que se aproximan.
Cambios de rumbo, giros y vueltas de la vida.
Felicidad, tranquilidad, melancolía... emociones.
Todo en su justa medida.
Todo a su debido tiempo.
" Y entonces ella le pidió a las estrellas, que lo único fugaz, fueran sus miedos". (Rocío Figueroa)