Hace años, un buen amigo me escribió esta frase: "Que el vent bufi sempre a sa teva esquena". Ahora, que me permito el lujo de pararme de vez en cuando a reflexionar sobre lo que ha sido mi vida, y sobre todo lo que he hecho a lo largo de mis cuarenta y nueve años, me doy cuenta de que es cierto. Este deseo de mi buen amigo, Joan, se ha cumplido. El viento siempre ha soplado a mi favor. Siempre ha permitido que vaya hacia delante. Bien es cierto, que he pasado por crisis, por momentos difíciles, como tod@s, supongo. Pero, siempre he conseguido salir reforzada de ellas. Siempre he contado con el apoyo y el cariño de amig@s y familia. Siempre he recibido ánimos y consejos que me han hecho pensar y ver cuales han sido mis errores para no cometerlos de nuevo.
A mis cuarenta y nueve años me permito el lujo de pararme de vez en cuando. De darme tiempo para mí. De pensar en mí, en mis necesidades, en mis sentimientos, en mis sueños. Hace tiempo que no lo hacía, y me he dado cuenta de que eso ha sido un gran error. Soy, una mujer, que se siente orgullosa de ser mujer, una mujer valiente, independiente, alegre, sociable... que ha conseguido muchas de las cosas que se ha propuesto, y voy a seguir luchando igual, incluso con más fuerza, porque como el ave fenix, se resurgir de mis cenizas.
Gracias por tu deseo buen amigo. Gracias por desear que el viento siempre soplara a mi espalda.
A mis cuarenta y nueve años me permito el lujo de pararme de vez en cuando. De darme tiempo para mí. De pensar en mí, en mis necesidades, en mis sentimientos, en mis sueños. Hace tiempo que no lo hacía, y me he dado cuenta de que eso ha sido un gran error. Soy, una mujer, que se siente orgullosa de ser mujer, una mujer valiente, independiente, alegre, sociable... que ha conseguido muchas de las cosas que se ha propuesto, y voy a seguir luchando igual, incluso con más fuerza, porque como el ave fenix, se resurgir de mis cenizas.
Gracias por tu deseo buen amigo. Gracias por desear que el viento siempre soplara a mi espalda.