viernes, 13 de mayo de 2022

Maletas cuánticas


Siempre me digo a mí misma, que tengo que hacer caso de las señales que me envía el universo y que tengo que hacerle más caso a mi intuición, pero, lo cierto es que soy un poco tozuda y estos auto-consejos no los sigo tan frecuentemente como debería. Y claro, es entonces, cuando algo ocurre y te obliga a parar un poco, tan sólo unos días; justo lo suficiente para que de una vez por todas observes y hagas eso que deseas hacer. 

Poner en orden las ideas, sentarte a escribir, escuchar y sentir. Dejarte fluir y permitir que eso que tienes en tu mente fluya también. ¿Porqué ahora?, ¿porqué no hace un tiempo?. La respuesta es sencilla, ahora es el momento en el que todo se está ordenando; en este periodo de mi vida, he conseguido verlo todo con más claridad y ser capaz de coger sólo lo imprescindible, lo positivo y lo motivador de cada cosa. 

A lo largo de este proceso han pasado infinidad de cosas, pero fue una en concreto la que hizo que el engranaje comenzara a moverse. La vida es un instante fugaz. Pasa volando. El tiempo no para y en cualquier momento el reloj, tu reloj, se para sin avisar. 

Cada día doy gracias por seguir en este plano y porque el universo va haciendo que en mi camino se crucen personas que me ayudan a crecer y a mejorar constantemente. Personas que van y vienen, pero todas traen consigo enseñanzas y aprendizajes. 

Ha llegado el momento de desempolvar las maletas cuánticas; es hora de abrirlas y empezar a colocar en ellas esos proyectos que siempre he querido emprender. 

Hace tan solo unos días alguien me dijo: "Si crees, creas". Esto ocurrió, en uno de esos momentos en los que nuestras mentes conectan, fluyen y vibran en armonía. Así que... a creer, para crear.