martes, 31 de enero de 2017

El paso del tiempo



Esta mañana he tenido una conversación sobre el paso del tiempo. Ha sido un pequeño ratito que ha conseguido arrancarme una sonrisa y por supuesto me ha dado tema para pensar. A medida que te vas haciendo mayor, creo que la sensación de que el tiempo pasa más rápido, aumenta. Para mí, esto empezó a pasar desde el momento en el que me convertí en madre. Los días, las semanas vuelan... y que decir de los trimestres... y de repente, otro curso que termina, otro verano por delante... Ves como tu pequeño, ya no es tan pequeño. Y tú, también vas cambiando; el tiempo también pasa para tí, y por supuesto para tod@s l@s que te rodean. Lo cierto es, que no me asusta el paso del tiempo. Ver como esto sucede quiere decir que estás viv@. Lo importante es permitirte crecer como persona, mejorar en todo lo mejorable. Debes permitirte vivir con intensidad, ser feliz y por supuesto estar en paz contigo mism@, porque eso es lo que quedará el día en el que te vayas. Nuestra esencia es lo que quedará entre nuestros seres queridos. Y esa esencia debería de ser lo más pura posible, para que así nos recuerden como de verdad éramos, como de verdad somos y así poder seguir conectad@s con ell@s. Estoy convencida de que si esto se consigue, la conexión continua, a pesar de que ya no estés presente en su día a día. Una parte de tí, seguirá viviendo en aquellos seres que realmente consigan esta conexión con tu esencia. Creo firmemente que el paso del tiempo nos tiene que servir también para irnos preparando para la transición que nos espera a tod@s y que no sabemos en que momento llegará. Si nos paramos a pensar, son muchas cosas para tener en cuenta; pero aunque el tiempo pasa, lo importante es que tenemos ese tiempo para hacerlo. 

lunes, 30 de enero de 2017

La voz del corazón




Después de reflexionar, decididamente:
"Prefiero un corazón con cicatrices, 
que uno sin ninguna marca".
A lo largo de la vida, te vas enfrentando a nuevas situaciones.
De unas sales victorios@.
De otras derrotad@.
Pero de todas y cada una de ellas aprendes y sales reforzad@.
Mi corazón se ha ido fortaleciendo.
Tiene claro lo que quiere.
Y es capaz de superar obstáculos por complicados que parezcan.
Todo requiere tiempo, paciencia y por supuesto no dejar de escuchar la voz del corazón.

domingo, 29 de enero de 2017

Tristeza en la mirada




Una inmensa sensación de melancolía inunda mi corazón. 
En mis sueños, he visto una mirada.
Y esa mirada estaba llena de tristeza.  
Las miradas lo dicen todo.
Reflejan el estado del alma.
Son el reflejo del yo interior.






Era tan solo un sueño, pero esa mirada era muy real.
Esa mirada hablaba.
Reflejaba tristeza, vacío, desilusión.
Ese yo interior pedía ayuda.
Se veía sin fuerzas.
Pero estas hay que buscarlas en lo más profundo de cada uno. 
Justo cuando piensas que estás derrotado, que has llegado a lo más profundo... es entonces cuando tomas impulso y la fuerza surge de tí como por arte de magia.
Es, en ese momento cuando todo comienza a cambiar.
Empezando por la mirada.

viernes, 27 de enero de 2017

Otra tarde gris y lluviosa


Tarde gris y lluviosa.
Música de Van Morrison de fondo.
Un libro: "El laberinto de los espíritus".
Chimenea encendida.
Sofá, manta...
Tranquilidad.
A ratos, leo. 
A ratos, escribo.
A ratos, dejo volar mi imaginación.
A ratos, dejo que los recuerdos me arranquen una sonrisa.
La lluvia sigue cayendo fuera.
Y mientras tanto... pienso... en tí.





Unos días para mí


Siempre he tenido muy claro que de vez en cuando nuestro cuerpo nos obliga a parar.
En mi caso, lo ha hecho esta semana. Y a pesar de mis protestas internas y mis discusiones con mi yo interior, esta mañana he llegado a la conclusión de que realmente me hacía falta. Llevaba mucho tiempo, sin permitirme bajar la guardia, sin permitirme un poco de tiempo de parón. Sí, ya sé.
Están las vacaciones, fines de semana... pero no es lo mismo. Porque durante ese tiempo libre, realmente no paras de hacer cosas. Durante, esos días, disfrutas de tu tiempo, de tu familia, amig@s... aprovechas el tiempo de tal forma que llenas cada minuto, cada segundo, para vivirlos intensamente, antes de la vuelta a la rutina. 
Estos días en cambio, están siendo diferentes. 
A pesar de que tengo cosas que hacer, me he recordado a mí misma (y también, he recibido algún recordatorio que otro...) que por una vez, igual tengo que hacer caso a lo que me ha prescrito el médico. Me he reafirmado a mí misma lo mala enferma que soy, un poco complicada de aguantar, pero como estoy sola, tampoco me doy demasiados problemas a mí misma; al fin y al cabo, hago lo que quiero. Leo, escribo, escucho música, pienso, me concedo alguna pequeña licencia que otra...y tomo fuerzas porque estoy convencida de que el destino me tiene reservada una maravillosa sorpresa.


jueves, 26 de enero de 2017

Shining in the dark


El día llega a su fin.
Poco a poco el sol se va poniendo, 
detrás de las montañas, allá donde el mar parece que termina.
Su luz se va apagando, se va haciendo más y más tenue.
El cielo se va tornando oscuro.
Las primeras estrellas comienzan a brillar.
La luna empieza a ascender. 
Y poco a poco, miles de lejanos, diminutos, puntos brillantes llenan de luz la oscuridad.






miércoles, 25 de enero de 2017

Seres especiales

Aprovechando mi reposo por prescripción médica, estos días, estoy dedicando mi tiempo, a una de mis pasiones favoritas. Me he permitido el lujo de pasarme unas cuantas horas leyendo. 
Por casualidad ha caído en mis manos un artículo que habla de esas personas que tienen la capacidad de hacer que tus días sean diferentes, sean especiales. 
En el artículo decía que estas personas tienen la capacidad de hacer que una sonrisa aparezca en tu rostro; son capaces de cambiar la percepción del mundo a aquell@s que viven en un mundo de color gris. 
Pero esto no ocurre con todas las personas, sólo pasa con aquellas con las que existe una determinada química, con las que existe conexión. Esto sólo acontece en casos muy específicos, puesto que sucede de forma mágica, no es algo preparado, ni premeditado. Simplemente ocurre.
No habla de como encontrarl@s; tan sólo comenta que sí tienes la suerte de que alguien así aparezca en tu vida, hay que ser capaz de aprovechar esta oportunidad y dejar que permanezcan a tu lado.





Flying away from here




A veces en mis sueños vuelo.
Siento que de repente, mis pies se levantan del suelo.
El contacto con la tierra desaparece.
Y comienzo a flotar.
Es una sensación muy extraña, pero placentera a la vez. 
Es un vuelo suave, lento, tranquilo.
Cómo si mi cuerpo no fuera algo pesado.
Cómo si mi cuerpo estuviera formado de una materia especial.
Siento que me desplazo.
Siento que fluyo.
Siento que vuelo lejos de aquí

martes, 24 de enero de 2017

Los días se alargan




Me gusta el mes de enero, porque poco a poco los días se van alargando. 
Las horas de luz aumentan minuto a minuto. 
Cada día que pasa, es un poquito más largo. 
La claridad se va abriendo paso. 
Los días oscuros y tristes van quedando atrás.
Poco a poco la primavera va anunciando su llegada. 
Los almendros comenzarán a florecer con el frío y el sol de estos días.
Este momento me parece mágico. 
La vida se abre paso poco a poco en esas duras condiciones de invierno.
El calor del sol, hace posible que las flores comiencen a brotar.
El duro tronco se va abriendo.
Y poco a poco... el milagro de la vida vuelve a ocurrir.

 


domingo, 22 de enero de 2017

Retazos de una vida... Segunda parte

La lista de retazos de mi vida continua:
18. Los tequilas, se toman de dos en dos. Cómo los petit suisse. Sino lo haces así... sientan mal. Los números impares no sientan bien.
19. A veces, en la vida, es necesario usar la técnica vikinga, Parece increíble, que después de tantos siglos, siga funcionando. Claro que ahora la llaman de otra forma, y no resulta tan divertida.
20. Mirar las estrellas al volver a casa en el coche, después de cenar con mis padres y nuestr@s amig@s. El cielo oscuro y las estrellas brillando en él. Música de fondo, dejando volar mi imaginación. 
21. La imagen de inmensas extensiones de terreno que cambian de color, según la estación del año. El verde de la primavera, se va tornando poco a poco amarillo, hasta que desaparece y da paso al color marrón de la tierra aragonesa. La silueta de la Sierra de Guara al fondo y los Pirineos detrás.
22. Acurrucarme en la cama, en el sofá, bajo las mantas. Remolonear algunas mañanas, algunas tardes del fin de semana. 
Dejar volar la imaginación; esos días en los que el despertador no va a sonar; esos días en los que no hay prisas, no hay urgencias; esos días en los que el tiempo es todo para tí.
23. Los abrazos de mis buenos amigos Miguel y Joan. Esos abrazos que duran una vida. Esos abrazos que te reconfortan, que te hacen sentir bien. 

Y aquí acaba la lista de mis 23 retazos de vida. Todos ellos forman parte de mí. De mi esencia de vida. Seguro que si continuo pensando me saldrían infinitos más, pero la lista tiene que acabar aquí. La lista debía contener 23 puntos, y aquí está. Según mi escritor favorito, 23 es un número mágico, especial; 23 es la mitad de mi edad actual; vivo en el número 23... quizás parezcan casualidades. Maybe...

sábado, 21 de enero de 2017

Retazos de una vida



Hoy, me he puesto a recordar esos momentos, olores, sabores... especiales que han formado parte de mi vida y que afortunadamente han hecho que sea como soy. He ido haciendo una lista con los que llegaban a mi mente, y creo que esa lista todavía está inconclusa. No siguen ningún orden, simplemente, tienen el orden en el que han ido apareciendo en mi mente. Ahí van, algunos de ellos:
1. El olor a leña húmeda. Olor a chimenea en invierno. Mirar las llamas, ver como la leña se convierte poco a poco en brasas. Sentir el calor.
2. Llegar a casa los viernes por la tarde. Después de una semana en el internado. Con ganas de estar con tu familia ( tus padres, tus abuelos, tu hermano). Con unas inmensas ganas de compartir confidencias e historias con tu hermano. Subir corriendo las escaleras; besos a los abuelos; reparto de cuartos de baño ( no explicaré el porqué...); y la decisión más importante de la semana: "la merienda del viernes"... bocata bajo en calorías...Qué maravilla!!!!.
3. Buñuelos de viento, arroz con bacalao, patatas huecas... mmmmmmmm.... la cocina de la abuela.
4. La tierna mirada de mi abuelo; y el sentarme junto a él a escuchar las historias que siempre nos contaba. Te quiero mucho yayo!!!!. Se que nos cuidas desde el cielo...
5. El primer beso, el primer amor.
6. La primera noche en el internado, con tan sólo once años. La sensación de pérdida de libertad. Pero la tremenda ganancia en autonomía e independencia, que ha hecho posible que sea como soy ahora. 
7. Las vacaciones de verano: amigos, familia, nuevas amistades;  pueblo, playa... muchas sensaciones; mejores recuerdos. 
8. Descubrir la maravilla de la lectura. Nuevos mundos, nuevas historias...
9. Empezando a escribir los primeros cuentos con once años, en aquellas tardes obligadas de estudio.
10. Bromas, confidencias, secretos, con mi hermano y mis primos, al llegar a casa después de una larga e intensa noche de fiesta... Esos almuerzos, esos bocatas. Las risas de los abuelos al contemplarnos felices.
11.Esas reuniones familiares en las que siempre acabamos cantando y bailando con los discos de toda la vida.
12. Ver como la familia crece. Como se convierte en una gran familia. Ver como el sueño de los abuelos se está cumpliendo.
13. Lugares mágicos que he tenido la suerte de conocer.
14. Bailar. Dejar que la música forme parte de mí; llegue lo más adentro de mí y  permitirme sentir.  
15. Violetas, rosas, sándalo...Olores que me recuerdan a mi infancia, a mi esencia.
16. El amor por las plantas que mis abuelos consiguieron inculcarme.
17. El amor por lo sencillo, sin dobleces, sin maldad. Mi abuelo, siempre decía: " Si estás con alguien, que sea porque de verdad lo quieres".
...
La lista por supuesto continuará, pero estos son algunos de los retazos de una vida, de mi vida.

miércoles, 18 de enero de 2017

Miradas y sonrisas




Una mirada. 
Una sonrisa. 
Tu día, de repente cambia. 
Sencillamente...se vuelve diferente.
No significan nada especial.
Pero te dan, justo aquello que hoy necesitabas.
Aquello que anhelabas.


martes, 17 de enero de 2017

Mi esencia

Hace mucho tiempo me cuestioné si mi forma de ser era la correcta. Demasiado corazón, demasiado impulsiva, demasiado incontrolable?. 
Me lo cuestioné tanto, que llegué a la conclusión, de que tenía que controlar mi esencia. 
Ahora, vuelvo a ser yo.
Ahora soy mi esencia. 
Una vez, hace algunos años, un amigo, me dijo que a mi alrededor, tenía un aura que hacía que la gente se acercara a mí. Que hacía que la gente se abriera a mí. Me dijo que las personas se acercaban y eran capaces de contarme aquello que les preocupaba. También me dijo que eso lo notaban los perros (se fijó que un día, dando un paseo, se me acercaban sin problema, sin miedo), se había percatado que yo, transmitía eso. 
Me definió como alguien dulce, sensible...corazón. Y sí, es cierto. Eso me pasa. Hoy, he tenido uno de esos momentos. Y... sencillamente... me ha encantado. Ha sido uno de esos momentos mágicos, que de repente, en un día frío de invierno, pasan. 
Ahora, con el paso del tiempo, he conseguido controlar ese carácter mío; eso que me hacer ser yo. Pero mi esencia... sigue ahí, intacta. 

Una tarde muy especial

Hoy ha sido una tarde muy especial. 
Cuando he llegado a recoger a mi pequeño gran príncipe, estaba nevando sin parar. Esto no resultaría raro, si viviéramos en un pueblo del Pirineo... pero lo especial y diferente, es que vivimos en un pueblo de la isla de Mallorca. Un pueblo de la Sierra de Tramuntana. Hemos dado un paseo hasta llegar a casa, hemos jugado con la nieve en la terraza, nos hemos tomado un chocolate caliente...  Y después, una vez bien abrigados, hemos salido a pasear por uno de los caminos del pueblo. 
Para mí, un paseo por la nieve y jugar a tirarnos bolas de nieve, no era algo nuevo, pero para él, sí. Era la primera vez que veía nevar tanto. Era la primera vez, que jugábamos a tirarnos bolazos de nieve. Nos hemos mojado hasta las orejas... pero lo que hemos disfrutado, no nos lo quita nadie. 
Esta es una de esas pequeñas cosas que no son cosas. 
Esta es una de esas innumerables cosas que me parecen especiales. 
Siempre he dicho que me considero una persona muy afortunada, por muchos motivos. Porque tengo gente maravillosa a mi alrededor; porque tengo un hijo, que es el mejor regalo que me ha dado el universo; porque vivo en el lugar que yo elegí, un lugar que me parece increíble, a la vez que mágico. 
Además, me considero una mujer fuerte y libre, porque tomo mis propias decisiones (aún a riesgo de equivocarme; pero así es la vida); porque tengo mis propias creencias y sigo mis intuiciones; porque sencillamente soy yo. 
Y si esto no fuera así... esta tarde no hubiera sido tan especial.

domingo, 15 de enero de 2017

Ser corazón tiene sus riesgos

Este verano una de mis mejores amigas me prestó un libro que me ayudó en mi crecimiento personal. Se trata del libro "Los cuatro acuerdos". Estos son: 


Primer acuerdo: Sé impecable con tus palabras
Segundo acuerdo: No te tomes nada personalmente
Tercer acuerdo: No hagas suposiciones
Cuarto acuerdo: Haz siempre lo máximo que puedas

La verdad es que su lectura me fue de gran ayuda, porque conseguí reflexionar sobre mi forma de hacer y de decir lo que pienso. Ahora me tomo mi tiempo para reflexionar mis palabras; he conseguido que las inseguridades y los miedos de los demás, no me influyan. Esto último, a veces cuesta, no es algo sencillo, y necesito tomarme mi tiempo. Supongo que es debido a que por mi forma de ser, hay reacciones y comentarios que me van directos al corazón. Cuando eso sucede, el primer golpe lo recibo y lo encajo, y duele; la verdad es que duele bastante. Pero, luego, cuando dejo pasar el tiempo y me permito hacer mío ese dolor, consigo transformarlo en algo positivo. Soy consciente de quien lo hace y porqué. En este momento, todo adquiere la importancia que debe de tener, y pasa a ocupar el lugar que le corresponde. El dolor desaparece y mi corazón vuelve a latir con más intensidad. En mi cerebro, las ideas se clarifican. Y se restablece el diálogo entre ambos. Mi paz interior se restablece y todo vuelve a fluir como siempre. 
Intento no hacer suposiciones, al final no conducen a ningún sitio. Y espero a tener datos para poder opinar y sacar las conclusiones correctas.
Y por último, respecto al cuarto acuerdo, por mi forma de ser siempre he hecho lo máximo que puedo, en todos los aspectos de mi vida. No puedo evitar,dar siempre el cien por cien en todo lo que hago. 
Soy corazón y eso es fantástico, porque aunque a veces duela, me recuerda que estoy viva, que soy capaz de sentir, y que la vida sin eso no tiene sentido. 
Ser corazón tiene sus riesgos, pero para mí, el arriesgarme es uno de los pilares fundamentales en mi vida. 

sábado, 14 de enero de 2017

Casualidades, señales... maybe...

Hace unos días, mientras releía uno de mis libros favoritos, marqué una frase y la copié. Es esta: "Cuando te pasan cosas extrañas un mismo día, acepta que el universo te está indicando un camino" (Albert Espinosa. "Los secretos que jamás te contaron"). Soy una persona que cree en las casualidades, en que si las cosas pasan sin estar preparadas, es por algo. Creo que son señales que el universo, el destino, nos envía por algo. A mí, siempre me ha funcionado creer en ellas. Siempre me he arriesgado a seguirlas, porque confío en que si lo hago, nada malo puede pasarme. 
Hoy, es uno de esos días. Pequeñas coincidencias, pequeñas casualidades... Demasiadas señales que conducen a un mismo punto. 
Y no sólo hoy. 
Llevo unos días pensando, recordando conversaciones, recordando momentos vividos. Son bastantes los nexos de unión; demasiadas coincidencias; demasiadas casualidades; demasiadas señales que marcan el camino. Y realmente, me he dado cuenta de una cosa, y es que estas señales ya estaban delante de nosotros hace bastante tiempo; pero,o no las veíamos, o no las queríamos ver. 
No se a donde nos llevarán estas señales. 
Sólo se que yo las veo, las siento y les hago caso. 
Sí, yo les hago caso, porque hasta ahora, siempre me ha funcionado.   
Casualidades, señales...maybe...one day.

viernes, 13 de enero de 2017

El ritmo de mi respiración

Una de las sensaciones que más me gustan de ir a nadar es la del agua rodeándome. Sentirme flotando en ella. Sentir el ritmo de mi respiración. Conseguir evadirme de todo lo que hay a mí alrededor. 
En esos momentos, dejo que mi mente fluya al ritmo que marcan mis pulmones. Un ritmo tranquilo, sosegado, sin pausa...
Dejo que las ideas lleguen a mi mente de forma tranquila, sin prisas. Y poco a poco, consigo que desaparezcan. Todo aquello que me preocupa, en el preciso instante en el que mi cuerpo toma contacto con el agua, va desapareciendo, al ritmo de mi respiración. Hasta que llega un instante en el que mi mente se queda vacía, relajada, en paz. Disfruto de esos momentos. Porque luego, al salir del agua, al cabo de un rato, mi mente se activa. Pero, lo hace de forma diferente. Todo se ha clarificado; todo se ha puesto en orden; todo se ha transformado en positivo. No hay miedos, ni temores, ni agobios. Estos han desaparecido.Y lo han hecho de forma tranquila y sosegada. Lo han hecho...al ritmo de mi respiración.

jueves, 12 de enero de 2017

Tranquilidad

He empezado este año de forma tranquila, igual que acabé el pasado. No se si serán los años, o el aprendizaje de este último, lo que me ha permitido, por fin, aprender a ser más paciente. Al fin, puedo decir que tengo paciencia. 
Me doy cuenta de que las cosas me afectan de forma diferente, incluso algunas de ellas, ni tan siquiera lo hacen. He aprendido a filtrar aquello que es importante de lo que no lo es tanto. 
Sigo escuchando a mi corazón; sigo creyendo en mi intuición.
Me concedo pequeñas licencias. 
Disfruto de mi tiempo. 
Disfruto de mi espacio. 
Disfruto de mi soledad, y a la vez disfruto con la compañía de mis amig@s y de las personas que quiero. He recuperado esos momentos increíbles donde las horas pasan alrededor de una mesa en compañía de aquellas personas a las que verdaderamente aprecias. 
Disfruto de las pequeñas cosas de la vida, de aquellas que para mí son realmente importantes. 

En este año que ha terminado he aprendido muchas cosas. Ahora, que empieza este nuevo, me doy cuenta de lo que ha supuesto para mí. Era algo necesario. Realmente necesitaba recorrer este camino. Necesitaba llegar a este punto en el que ahora me encuentro. Necesitaba volver a ser yo. 
P.D: reir, llorar, cantar, bailar, sentir, amar...

martes, 10 de enero de 2017

Pensamientos



Ayer fue un día en el que tuve tiempo de leer, escribir alguna idea, pensar y reflexionar, observar y analizar situaciones y personas... 
Ayer pasé el día en un hospital y me dí cuenta de que es uno de los sitios en los que diario conviven situaciones antónimas, aunque complementarias, de la forma más natural posible. Observé, como la tristeza comparte espacio con la alegría; las lágrimas con las risas; el dolor con la felicidad; la enfermedad con la curación...
Una de las cosas buenas que tienen esos agotadores días de hospital, es que el tiempo pasa despacio y si consigues aislarte del agobio, de tus nervios y de los de aquell@s que te rodean, puedes sacar provecho de esas horas. Te da tiempo para revisar bastantes aspectos de tu día a día. Tienes tiempo de reflexionar sobre los objetivos que te has planteado en esta etapa de tu vida. Tienes tiempo hasta de sorprenderte sonriendo cuando algunos pensamientos aparecen en tu mente, mientras re-lees uno de tus libros favoritos. Marcas frases, recoges ideas... todo eso a lo largo de ese agotador día. 
Y luego, cuando estás en la soledad de tu habitación, te permites el lujo de sonreir, cerrar los ojos y dejarte llevar acabando esas historias que a lo largo del día se han quedado en puntos suspensivos. 


domingo, 8 de enero de 2017

Conexiones

Soy una persona bastante intuitiva, me resulta sencillo sentir, percibir, captar... sensaciones, vibraciones... de aquello que me rodea. Esto me pasa cuando estoy bien conmigo misma. Cuando me siento tranquila y segura de lo que soy; en esos momentos, es cuando soy capaz de absorber la energía de lo que me rodea. Y a la vez, soy capaz de transmitir a los demás. Esto tiene su parte buena y la menos buena, porque a la hora de percibir, lo mismo puedo percibir las sensaciones positivas, que las no tan positivas como  la ansiedad. Y en este último caso, no importa tener a la persona cerca de mí. En ocasiones, cuando estás muy conectad@ a alguien, eres capaz de sentir lo que esa persona siente, ya sea bueno o no tan bueno. De esto fui consciente hace años. Me dí cuenta de que era capaz de sentir aquello que sentían personas muy unidas a mí, a pesar de la distancia. Después, durante unos años, me desconecté del mundo, me desconecté de las personas, me desconecté de lo que soy. Me estuve negando a mí misma, lo que en realidad soy. Pero la realidad es tozuda (más que yo...) y al final, no puedes negar lo evidente. Ahora, vuelvo a ser yo; soy capaz de sentir lo que hay a mi alrededor y en lugar de rechazarlo, lo hago mío y lo transformo en algo positivo, tanto para mí, como para aquello y aquell@s que me rodean.  

sábado, 7 de enero de 2017

Tarde de invierno

Tarde de invierno.Tarde fría. He salido a caminar porque necesitaba sentir el frío en mi cara, en mis manos. Necesitaba ver como la luz del día se iba apagando poco a poco y dejaba paso a la luna y las estrellas, que poco a poco iban apareciendo en el cielo. Necesitaba inspirar con fuerza. Necesitaba que el frío se colara en mi corazón. Pero, paradojas de la vida, no ha sido el frío de la tarde el que me ha dado una fuerte sacudida. En realidad, bastan con las reacciones de algunas personas, para que sientas como puñales que se clavan muy, muy dentro de tí. Las reacciones de cada un@ son personales, y se deben a determinadas vivencias, a las inseguridades, a los miedos de cada un@. Afortunadamente, ahora soy capaz de analizar estas reacciones, y consigo que me influyan lo menos posible.
Porque mi corazón, por mucho que lo intente, que lo intenten... nunca será de hielo. 

viernes, 6 de enero de 2017

Cuando...


Cuando te das el lujo de pasear a solas, de caminar sin nadie más a tu lado.
Cuando permites que el aire fresquito de la mañana, entre hasta lo más profundo de tus pulmones. 
Cuando te permites inspirar profundo, sentir la música del agua que corre, observar las ondas que el agua hace al caer en el safareig.
Cuando te detienes a contemplar la belleza a tu alrededor, de observar cada pequeño detalle de lo que te rodea. 
Cuando te permites sentir la naturaleza que te envuelve.
Cuando amaneces con una sorpresa, que hace que una sonrisa ilumine tu cara.

Cuando te sientes realmente bien contigo misma.
Cuando eres consciente del poder que tienes, de la magia que posees. 
Cuando todo eso ocurre, el resto de cosas que a lo largo del día pueden pasar, te afectan de la más mínima de todas las maneras posibles. 
Es entonces, cuando ves de todo lo que eres capaz. 
Cuando sientes que como por arte de magia, tus deseos se van cumpliendo. 



jueves, 5 de enero de 2017

Dualidades de la vida

Hace unos días, alguien muy especial para mí, me dijo que no entendía porqué estaba triste, cuando en lo que escribía transmitía felicidad y optimismo. Quizá resulte paradójico, tal vez, sea complicado de entender; o se pueda pensar que no soy muy estable emocionalmente. Pero nada más lejos de la realidad. Como ya he dicho muchas otras veces, en estos momentos de mi vida tengo las cosas muy claras. Se lo que quiero en todos los aspectos de mi vida, y por fin, después de mucho tiempo, me he reencontrado conmigo misma. Hacía tiempo que no me sentía así, hacía tiempo que no era realmente yo. Tengo 46 años, y a lo largo de todos ellos, he vivido todo lo que me ha tocado, y de todas las situaciones he sabido salir gracias al apoyo de las personas que quiero y de mucho e intenso trabajo personal. De todas y cada una de mis vivencias he aprendido y siempre me he quedado con la parte positiva de todo. Pero, sí, en estos días también la tristeza se ha adueñado de mi corazón. No voy a negarlo, porque aunque lo intento me resulta muy, muy complicado disimular. Soy una persona a la que le resulta muy difícil negar lo que mi corazón siente. Soy corazón. Y eso, me juega malas pasadas. La tristeza de estos días (y de otras ocasiones) me permite ser capaz de ver lo afortunada que soy, me da fuerza para resurgir, para levantarme y para ser la persona que soy. Cuando me sumo en estos momentos de melancolía, tomo impulso para ser capaz de vivir los instantes al máximo, tomo fuerzas para ser feliz, tomo fuerzas para seguir adelante con mi vida. Ahora, piso con fuerza el camino que he elegido recorrer. Ahora, no tengo miedo. Ahora, soy YO. 
Tristeza, felicidad... tan opuestas, tan complementarias, tan necesarias.

Sueños


Siempre me ha encantado la noche de Reyes. A pesar del paso de los años, sigo pensando que esta noche es una noche mágica. Una noche, en la que los sueños, nuestros sueños, pueden hacerse realidad. 
Por eso hoy, cuando vea la cabalgata con mi pequeño gran príncipe, intentaré evadirme del bullicio, de lo real, de lo que tengamos delante en ese momento y me conectaré con la parte irreal, con aquella que no somos capaces de ver a simple vista. Por supuesto, que llegado ese momento pediré que se cumplan todos sus sueños, todos sus deseos. Me encantaría que a pesar del paso de los años, siga conservando esa parte inocente, ese niño interior, que hace que algun@s sigamos creyendo en la magia de esta noche, en la ilusión.  
Hoy, además, voy a desear con fuerza, aquello que más anhelo en estos momentos, para mí. Hoy, si que pediré mis deseos. Hoy, inspiraré con fuerza y soplaré para que aquello que deseo se cumpla. Esta vez, lo reconozco, seré un poquito egoista y pensaré en mí. 

    "Que la magia de esta noche inunde vuestras vidas".

miércoles, 4 de enero de 2017

De vuelta a casa

Noche fría y despejada. Mientras vuelvo a casa conduciendo, voy contemplando la luna y las estrellas. De fondo, la música que suena en la radio. Es tan solo un murmullo, porque lo único que oigo es la conversación que mantienen mi corazón y mi cerebro. Conversación interesante para estas alturas del día. Conversación que quizá acabe en discusión, porque los intereses de cada uno son diferentes. Habrá que negociar. Habrá que conseguir llegar a un acuerdo. Pero esto, será mañana. Hoy, ya es demasiado tarde. El mundo de los sueños me espera. Y allí, todo es posible.

domingo, 1 de enero de 2017

Uno de enero




Primer día de un nuevo año.  Se supone que en este momento tenemos una lista de propósitos para los 364 días siguientes. Yo, sólo tengo uno: ser feliz. Buscar la felicidad en cada pequeño detalle, en cada día. Intentar ser feliz con lo poco que tengo, o lo mucho, depende como lo mire. Hoy, uno de enero, me he despertado sonriendo. 

Me he despertado recordando... "Hay que tener un puntito de locura para atreverte a ir a 200 km/h" ... Recuerdas?. Y como este... tantos y tantos  momentos que me arrancan una sonrisa en los labios, en la mirada... 
No se que me deparará este año que hoy empieza, pero tengo clara una cosa, y es que voy a aprovecharlo al máximo. Voy a disfrutar cada día; voy a disfrutar con las personas que quiero; voy a seguir persiguiendo mis sueños; voy a continuar arriesgando por conseguir aquello que nos haga felices a mí y a mi pequeño gran príncipe; voy a permitirme sentir, aunque a veces duela. Y por supuesto que no voy a dejar de ser como soy: independiente, incontrolable, terca...y alguna cosa más. 
Deseo que este año que comienza se cumplan los deseos de aquellos a los que quiero.