domingo, 22 de julio de 2018

Cuando la oscuridad te envuelve

Ella se acurrucó en su butaca. Rodeada de gente como estaba, sentía que la nada la envolvía. Le encantaba esa sensación que se producía cuando las luces se apagaban.  Se aislaba del mundo para sumergirse en la historia que en unos instantes estaba a punto de comenzar. Era una sensación, que siempre le había encantado. Hacía mucho tiempo que había dejado de hacer aquello que le gustaba, aquello que le hacía feliz. Un buen día dejó de preocuparse por ella, para pasar a centrarse en aquellos que la rodeaban. Y en ese momento, fue cuando la vida, decidió ponerla a prueba. La más complicada a la que se había enfrentado jamás. Todo el escenario que ella se había ido montando con el paso del tiempo, se vino abajo. Su precioso castillo se derrumbó, como si de un castillo de naipes se tratara. Los cimientos no eran suficientemente sólidos; y en un abrir y cerrar de ojos, todo se desvaneció. 
Pero, ella, que era una mujer fuerte; fue capaz de recuperarse. 
Poco a poco. Con altibajos. Con sorpresas. Con imprevistos. 
Nuevos escollos aparecieron en su camino, pero ella supo enfrentarse a ellos y salir reforzada de esas experiencias. Fue tomando consciencia de la intensidad de la prueba a la que la vida la había sometido. 
Y ahora, rodeada de la oscuridad que tanto le gustaba, se dio cuenta de que verdaderamente, el universo le tenía reservada una sorpresa. Algo que ni ella misma se imaginaba. Algo, por lo que, definitivamente, merecía la pena esperar.