domingo, 30 de octubre de 2016

Regalando sonrisas

Qué maravilla cuando alguien te regala una sonrisa.
Una sonrisa verdadera.
Una sonrisa sincera.
Hace no mucho tiempo leí esta frase: "Regalar sonrisas no cuesta nada" 

viernes, 28 de octubre de 2016

Silencio

Y de repente... silencio.
Viernes tarde noche.
Desde hace un año, era uno de mis momentos especiales de la semana; mejor dicho, era: Mi Momento
Hace un año, decidí cumplir uno de mis sueños, apuntarme a un grupo de batucada. Siempre, desde niña, he estudiado música, pero la percusión, era una de mis asignaturas pendientes. Por suerte, o por desgracia, soy música, soy ritmo, es algo superior a mis fuerzas. Es algo que surge de muy dentro de mí. No puedo evitarlo. 
Hasta que no estás dentro de un grupo de batucada, no sabes la fuerza que se transmite dentro. La fuerza de la percusión, la alegría de las personas... eso te provoca un subidón tal de energía, que me resulta imposible encontrar un símil para comparar. Esa fuerza, esa energía, se contagia. Y hoy, ha sido si cabe muchísimo más especial. Hoy, todos sabíamos que era el último día y por eso creo que hemos tocado con más ganas. Con cierta tristeza dentro de nosotr@s, pero lo que hoy se respiraba en esa habitación, tenía más fuerza que cualquier fuente de energía que podamos imaginar. 
Sonido, fuerza, alegría, música, y de repente ... silencio.
Pero... esto no acaba aquí...
Ahora... no.

miércoles, 26 de octubre de 2016

A pesar de...

A pesar de que estoy muerta de cansancio, me he puesto a rebuscar entre mis libros, y he encontrado las dedicatorias que me escribieron un@s compañer@s de trabajo muy especiales que tuve en mi etapa en Bilbao. Coincidió con la puesta en marcha de uno de los proyectos más importantes en los que he tenido la suerte de participar. Fue una etapa dura, complicada, por lo innovador del proyecto, por las horas y por la dedicación que la puesta en marcha de un proyecto de esta envergadura requiere. Pero, a la vez, motivante, increíblemente enriquecedora en lo personal y en lo profesional. Pero llegó el momento de dejarlo, de decir adiós. 
Llegado ese día y como no éramos muchos en el equipo, a pesar de las promesas iniciales, decidí despedirme de una forma ... diferente. A cada un@, les regalé una vela, de uno de mis colores favoritos, y un escrito personalizado para cada un@. Pretendía que me recordaran, no sólo porque a pesar de ser su responsable, me encargaba de preparar el café cada mañana. Ahora que ha pasado el tiempo, he de reconocer, que en esta tarea, había un puntito egoista, puesto que yo siempre necesito un buen café para empezar la mañana. 
De todos los proyectos en los que he tenido la suerte de participar, creo que este ha sido el más significativo por el valor humano del equipo que conseguimos ser. 
Uno de esos eslabones del equipo, me devolvió el regalo, escribiéndome un texto que no puedo copiarlo todo, pero me apetece recoger un poquito.
"Quizás un día, me encuentre sentado en un banco, con las manos sujetando un bastón, y me diga: "Qué será de aquella chica?. Hostia!!!, cómo se llamaba?. Trabajó conmigo. En fin, seguro que le ha ido muy bien, pues estaba conectada con la naturaleza. El nombre se habrá consumido, como la vela. Pero el recuerdo del ser, la esencia seguirán siempre". 
Pues bien, eso es lo que importa. La esencia de los encuentros; la esencia de las personas que a lo largo de nuestra existencia aparecen en nuestro camino. Siempre digo que me considero una persona muy afortunada, porque la vida me ha permitido dedicarme a aquello que más me gusta y me motiva, el trabajo "con y para las personas". 
Cada día aprendo algo. 
Cada día alguien me enseña algo nuevo. 
Cada día alguien se encarga de decirme que recibo lo que doy. 
Cada día me devuelven una sonrisa, un saludo amable, un comentario, una broma...
Y todo porqué a pesar de ser una persona dedicada al mundo de lo productivo, lo que realmente me importan son las personas.


viernes, 21 de octubre de 2016

Aprendiendo a transformar


Salgo de casa para ir al trabajo. 
A lo lejos, las luces de la ciudad se reflejan en el mar de nubes que cubre el cielo. 
Los relámpagos iluminan el camino. La lluvia no deja de caer.
Aviones que van y vienen.
Aviones, que aparecen y desaparecen entre las nubes. 
Sueño en los ojos. 
Suave sonrisa en la cara. 
Semana de dudas, sensaciones, emociones, certezas, cambios... 
Semana de noches de insomnio.
Semana de aprendizaje en lo personal.
Lo malo de ser corazón, es que sientes el dolor.
Lo bueno de ser corazón, es que eres pasión.
Lo mágico de ser así, es sentirte viva.
El principio de la conservación de la energía dice: " La energía no se crea ni se destruye, solamente se transforma".  Pues bien, estoy aprendiendo a aplicarlo a mi crecimiento personal. Estoy aprendiendo a dejar que el dolor, entre hasta lo más profundo de mi interior, hasta lo más profundo de mi corazón. Estoy aprendiendo a dejar que esa sensación me inunde, me invada. Estoy aprendiendo a hacerla parte de mí. Porque me he dado cuenta de que sólo así, puedo transformarla en pasión, en amor, en paz, en tranquilidad. Y esto, es lo que realmente me hace ser especial; me hace sentirme viva; me hace ser, sencillamente yo. 

martes, 18 de octubre de 2016

Érase una vez...un sábado de otoño

Era un sábado. Un sábado de principios de otoño. Un día como otro cualquiera. O al menos eso parecía. Pero resultó que ese día, se convirtió en especial. Un día de esos que no se olvidan fácilmente. O quizá, más bien, un día imposible de olvidar. 
Era un sábado, cuando descubrí sin darme cuenta, que la puerta que hasta hace nada estaba abierta, se había cerrado. Esa puerta me comunicaba con mi pasado. 
Fui consciente de esto porque de repente, de sorpresa, sin esperarlo apareció delante de mí, otra puerta diferente. Era la puerta de mi presente. 
Tenía delante de mí una puerta nueva, una puerta que me permitía disfrutar del momento. Una puerta que me permitía volver a conectar con la naturaleza y por consiguiente con la magia.  Azules y grises del cielo y del mar, contrastaban con los verdes y marrones de la sierra de Tramuntana. Esos mismos colores que hace años hicieron que me enamorara de la isla de Mallorca, volvían a ser mágicos. Esos colores, esa naturaleza, volvían a conectar conmigo, con mi yo interior, con mi esencia. 
Desde ese día, consigo vivir mi presente, sin preocuparme en lo que me deparará el mañana. Me concedo pequeñas licencias a mí misma, para sentir lo que la gente me transmite; lo que la naturaleza me transmite. Voy tomando consciencia de ciertas cosas que hasta hace no mucho, no acababa de creerme. Voy descubriendo que realmente si crees, creas. 
Y todo esto... desde un sábado cualquiera de principios de otoño.




sábado, 15 de octubre de 2016

Todo sucede por alguna razón


Cerezos en flor
Durante estos meses he pasado por distintas etapas en las que he ido aprendiendo que no es bueno controlar los sentimientos, y mucho menos engañarse a uno mismo, repitiéndote como un mantra, algo que no es cierto. 
He aprendido que no se puede controlar lo incontrolable. Y que en ocasiones las cosas más inesperadas pasan. Y precisamente, por ser inesperadas, no son controlables. Y, precisamente, por ser inesperadas, son inevitables. 
Hoy, alguien me ha recordado que todo sucede por alguna razón. Y lo que hoy parece inexplicable, y te provoca cierta desazón, tiene sentido. Y si ha pasado es por algo. Es porque quizás sea la antesala de algo mejor. 
Lo que sí es cierto, es que estos meses, estas semanas, me han permitido aprender que el presente es un regalo. Y por fín, he aprendido a vivir ese presente. 
He re-aprendido a escuchar a mi corazón. Estoy aprendiendo a que razón y corazón, dialoguen.
Me he permitido, el dejarme sentir. 
Y estoy aprendiendo a disfrutar de los regalos que me brinda la vida.
Porque realmente, todo sucede por alguna razón.

viernes, 14 de octubre de 2016

Insomnio

Esta noche, no he conseguido dormir, ni un solo minuto. Ha sido una de esas noches en las que por más que lo intentas, no consigues conciliar el sueño. Vueltas y más vueltas. No consigues parar tu cabeza, y además se le ha añadido un terrible dolor de garganta. Ese dolor, es tan grande que impide que duermas, que consigas ordenar tus ideas. Que te impide incluso, recopilar lo maravilloso que ha tenido tu día. Ese dolor, es tan grande que eres incapaz de encontrarle respuesta a lo que no es más que un malentendido, por un día de cansancio, de mucho trabajo, de muchas emociones y muchos sentimientos controlados. 
Ahora, café en mano y con música de fondo intento activar mi cuerpo y dejar a un lado lo malo de esta noche. Voy a intentar ponerme en marcha y buscar un ápice de positivismo a este sábado de octubre. Sábado que se presenta como día de sofá, manta, películas, infusiones, miel...
Pero a este sábado le faltará algo. A este sábado le faltarás, tú. 

martes, 11 de octubre de 2016

Sueños. Deseos. Decisiones

Hace bastante tiempo me leí el libro de Albert Espinosa, "El mundo amarillo". Me lo prestó una muy buena amiga, y me gustó tanto, que me lo compré para leerlo de nuevo y tomar notas. Lo usé, incluso en mi trabajo, con la finalidad de motivar al equipo que tenía en aquel momento, y creo que lo conseguí.
Ese libro fue una revelación para mí. Una de mis frases favoritas es "si crees en los sueños, ellos se crearán". Y los sueños se cumplen, si tomas decisiones. Si quieres cambios en tu vida, tienes que luchar por ellos. Sino, nada cambia.
En nuestro día a día pasan cosas inexplicables. Pero que realmente, si nos paramos a pensar y a analizar, realmente tienen su razón de ser. Todo tiene su porqué. 
Llevo unos días extraños, ligeramente complicados, con algunos momentos duros. Y a la vez, me han pasado cosas geniales. He recuperado el brillo en los ojos, la ilusión y la sonrisa...no se borra tan fácilmente de mi cara.
Hoy, puedo decir, que es un día especial, porque he encontrado a uno de esos amarillos, a los que Albert, se refiere en su libro. Ha sido un momento, de esos mágicos, en los que te sorprende ver que aunque tú creas que pasas desapercibida, no es así. El día de hoy, ha sido muy productivo en lo personal; porque después de una conversación con "mi nuev@ amarill@" he tomado una decisión. Una decisión que puede cambiarlo todo.

lunes, 10 de octubre de 2016

Química en el corazón

Últimamente estoy aprendiendo a escuchar de nuevo a mi corazón. Durante mucho tiempo, no sabría decir cuanto, me he dado cuenta que había dejado de hacerlo. Sólo escuchaba a mi cerebro, me había vuelto una persona muy racional. En cambio, a lo largo de estos meses, he ido re-aprendiendo a escuchar a esa parte tan importante para mí. Aquella, que junto a mi intuición, siempre me han servido de guías. 
Durante los últimos meses, semanas, e incluso días, mi corazón ha vuelto a hablar, a opinar, a dejarse oir. Y esa sensación que produce en mi interior, me gusta; porque sea tanto para bien, como para lo contrario, me hace sentir de nuevo viva. Vuelvo a sentirme tranquila. Vuelvo a sentirme yo.
Mi corazón ahora habla. Mi corazón, intercambia sus opiniones con mi cerebro. Mi corazón, ha reaccionado. 
Entre mi corazón y mi intuición ha renacido la química. 
De nuevo, la química ha vuelto a mi corazón.

domingo, 9 de octubre de 2016

El sentido de la vida

Hace un tiempo, me hicieron una pregunta ¿Cual es para tí el sentido de la vida?.
Mi respuesta fue rápida y sencilla: ser feliz. 
Intento encontrar la felicidad en cada cosa que hago, en cada cosa que vivo. 
Me siento afortunada por estar rodeada de un@s amig@s maravillos@s, que están en los momentos buenos y en los no tan buenos.
Me siento afortunada, por tener un hijo, que cada día me sabe arrancar una sonrisa, y me da infinitos motivos para seguir adelante.
Me siento afortunada, por tener una familia como la que tengo. 
Me siento afortunada...muy afortunada.
Me siento feliz.