martes, 27 de marzo de 2018

¿Qué pasaría si...?


Hace unos días alguien me preguntó  si estaba enamorada. Mi respuesta fue un NO bastante claro y rotundo. Esa persona, insistió en que algo me pasaba. Me dijo que llevaba unos días observándome y que una inmensa sonrisa no se borraba de mi cara. Pienso que no es necesario el estar en ese "estado de ensoñación para sonreir. A mí, afortunadamente, me resulta muy sencillo. No necesito motivos "especiales" para hacerlo. Me suele salir de una forma bastante natural. Sobre todo porque creo que soy una persona muy afortunada, a pesar de los baches que me ha tocado sortear. Pero eso es algo normal en el día a día de los seres vivos. 
Pienso que sonreir es una bonita costumbre que parece que está desapareciendo, que se está perdiendo. O al menos, parece que se le ha puesto un precio muy elevado (como a tantas otras cosas y bienes materiales y no materiales). Resulta complicado encontrar a gente que sonría sin más, sin ningún motivo; simplemente porque le brota del corazón. 
Quizás, ahora que vivimos en un tiempo en el que todo se regula, se legisla, se controla, se certifica... sonreir debería de ser algo obligatorio. Estaría bien, que cada día le dedicáramos unos minutos. Es una actividad contagiosa. Estoy convencida de que si esto fuera así, el mundo funcionaría de una forma totalmente diferente.
¿Qué pasaría si lo intentamos?.



" Qué nadie borre la sonrisa de tu cara. 
  Esa sonrisa que ilumina tu mirada. 
  La misma que te hace especial. 
  Esa sonrisa que hace que seas Tú"



jueves, 22 de marzo de 2018

Sobre todo...

La oscuridad lo cubría todo. Le resultaba imposible ver el camino a seguir. Había decidido salir a dar un paseo, para retomar el contacto con la Madre Tierra. Deseaba que el silencio la envolviera. Deseaba sumergirse en su yo interior. Deseaba desconectar del mundanal ruido.
Había caminado tan concentrada en sus pasos y en su respiración, que perdió la noción del tiempo.
De repente, un ruido ensordecedor lo envolvió todo y la obligó a salir del retiro en el que se había refugiado. No sabía donde se encontraba. Desconocía como regresar a su punto de partida.
Pero, de pronto, una intensa luz, iluminó el camino a seguir. En ese momento, algo más se activó dentro de ella. A parte de ser capaz de tomar la ruta que deseaba, en su interior sentía una fuerza que hasta entonces no existía. En el camino a casa pudo percibir unas pequeñas luces que iluminaban sus pasos y le susurraban al oído cosas que sólo ella podía escuchar y comprender. Hacían referencia a sus orígenes, a su vida, a su camino y a lo que en él iba a encontrar. No te rindas, nunca. A pesar de las dificultades, sigue adelante. Lucha por lo que crees. Se consecuente con tus ideas y sentimientos. Asume las consecuencias, de tus actos. Y sobre todo se feliz.

martes, 13 de marzo de 2018

Soligamia compartida

Con el paso de los meses me he ido reafirmando en una decisión que tomé hace bastante tiempo. Soy una persona sociable y abierta, o al menos de esa forma me han definido en numerosas ocasiones. Pero desde que sentí que mi corazón se rompía en mil pedazos, decidí ir cerrándome al mundo exterior y refugiarme en mi interior. 
Últimamente me he ido observando; estoy analizando mi forma de relacionarme con la gente que me rodea y he llegado a la conclusión de que me he vuelto hermética. No permito que nada ni nadie me traspase. Es una forma de autoprotección. 
Por supuesto, que esto no quiere decir que no me relacione con nadie. Mi vida sigue en todas sus áreas. Para nada se ha detenido. Incluso ha mejorado. Lo único que ha cambiado es que me he hecho consciente de que la herida era muchísimo más profunda de lo que se podía ver en el exterior. Y, por lo tanto el proceso de sanación requiere de más tiempo. Pero el silencio y la introspección eran y son muy necesarias. 
No soy de ese tipo de personas que arregla los rotos con parches. Normalmente, los parches, se acaban cayendo; y el remiendo, no pasa de ser una solución temporal. 
Mi decisión es el vivir una soligamia compartida, con aquell@s que forman parte de mi vida, de mi viaje por este plano. 
La herida se cerrará, pues todas lo hacen. Mi mundo sigue girando; nuevos caminos se abren ante mí. Mi vida no se detiene. Proyectos, sueños, ilusiones, se van creando desde lo más profundo de mi ser. 



"Lo único imposible, es aquello que no intentas"

domingo, 4 de marzo de 2018

La estrella del atardecer

A la caída del sol, cuando la oscuridad empieza a cubrirlo todo, el cielo se va llenando de pequeños puntos luminosos. La estrella del atardecer brilla en lo más alto. Dispuesta a alumbrar nuestros caminos; a escuchar nuestros deseos; esos que se piden desde lo más profundo de nuestros corazones. Esos que, en ocasiones, parecen imposibles de conseguir. Pero...siempre he pensado, que nada es imposible. Cuando deseas con fuerza, cuando escuchas con atención la voz del corazón, todo va tomando forma. Allá en lo más alto, allá donde cada atardecer, cuando la oscuridad va haciendo acto de presencia, las estrellas brillan con todo su esplendor.