sábado, 9 de noviembre de 2019

Ideas y viento del norte

Al igual que todas las historias tienen un final, así le ha sucedido al verano esta semana. Cuando parecía que no iba a terminar, el viento del norte entró con una determinación aplastante y se lo llevó a tierras lejanas. Me encantan estos días en los que el plan es estar en casa con la chimenea encendida, escuchando música tranquila y dejando volar mi imaginación. 
En tardes como esta es cuando aprovecho para reflexionar sobre miles de cosas, que nada tienen que ver con la jornada de mañana domingo (o quizás sí). 
Comparto mi fin de semana, con el primer catarro de la temporada, pero hasta eso me parece maravilloso, porque hoy ha sido un día especial. Un sábado de los de arreglar el mundo, con dos de las personas que me acompañan en este caminar por la vida. Empezar el día recibiendo felicitaciones por el ser que más quiero, hace que me reafirme en que estoy en el camino correcto; a pesar de las dificultades, los tropiezos, las subidas y bajadas, las idas y venidas... pero el seguir los dictados del corazón es lo que tiene. Si hace años hubiera escuchado las opiniones de determinadas personas, no estaría en el punto en el que me encuentro ahora. Así que seguiré como hasta ahora, escuchando a mi intuición, a los susurros de mi corazón. Continuaré caminando hacia adelante porqué como bien me dijeron una vez... "para atrás ni para coger carrerilla". En la vida hay que tomar decisiones constantemente. Y una vez tomadas asumir las consecuencias de las mismas. Me considero una mujer con mucha determinación. No me gustan las medias tintas, ni las medias verdades, ni tantas otras mitades... Tengo muy claras mis prioridades, mis objetivos y mis metas. Así como quien me acompaña en este viaje que es mi vida y quien no. 
El viento del norte se ha llevado el verano, pero ha venido cargado de ideas, ilusiones y sorpresas.