lunes, 18 de octubre de 2021

Decisiones

 

De repente un buen día decides retomar eso que te motiva. Que te hace sentir bien; y que hace tiempo y sin saber ni como ni porqué fuiste dejando de hacer. No por falta de ideas, simplemente la rutina, el ritmo del día a día, quien sabe porqué, pero una cosa lleva a otra y no consigues parar ni un sólo instante para reflexionar. 

Y ahora, después de un año raro, lleno de situaciones extrañas y en algunas ocasiones incomprensibles; al que le ha seguido, este que todavía está en curso y que ha sido duro de narices, por no usar otra palabra más malsonante, decido que ya es hora de retomar este espacio. No tengo claro a donde llegaré con esto, sólo se que le voy a poner muchas ganas de nuevo. Ahora que he decidido dar una nueva vuelta de tuerca a mi vida, volver a coger impulso y seguir luchando por mis sueños...ahora es el momento de sentarme de nuevo a escribir. 

"Si crees en los sueños, ellos se crearán" Albert Espinosa, El mundo amarillo

sábado, 6 de febrero de 2021

Momentos maravillosos


Hoy, está siendo uno de esos días que tanto echaba de menos. Un sábado de esos en los que solía quedar para intentar arreglar el mundo. Un poco diferente, eso sí, porque no ha habido ni café, ni cañas, ni nada que acompañara a nuestro titánico objetivo.

Una mañana tranquila, con encuentros casuales; encuentros que te alegran el día y te ayudan a aumentar la intensidad de la vibración con la que hoy te has despertado. 

En otras ocasiones, diríamos que parece que fue ayer cuando la rutina cambió por completo; pero, así como quien no quiere la cosa, ha pasado un año. 365 días en los que nuestro día a día ya no es lo que era. De casa al trabajo y viceversa; como mucho salir a la compra, alguna extraescolar y poco más. Algo tan maravilloso como poder quedar con l@s amig@s para tomar un café, comer, cenar, pasear... han quedado relegadas a un segundo o tercer plano. 

Soy una persona a la que la soledad no le asusta, es más me siento muy a gusto con ella. Siempre digo que es mi mejor confidente y quien mejor me conoce. Pero, también soy alguien muy sociable y realmente echo de menos a mis amistades. Echo de menos las risas, las bromas, esas veladas en torno a una mesa en las que disfrutábamos poniéndonos al día de nuestras vidas; en las que nos reíamos hasta el punto de que se nos saltaran las lágrimas. Echo de menos el poder viajar, el poder moverme con tranquilidad, sin sentir miedo de lo que podrá pasar.  

Añoro los abrazos. Un buen abrazo, de esos apretados, de esos en los que se tocan los corazones. Deseo que vuelvan esos días en los que podía abrazarme con una amiga que hace tiempo que no veo; poder abrazar a mis padres, a mis seres queridos. Deseo con una fuerza infinita el poder dar y recibir un abrazo de esos en los que lo dices todo sin necesidad de usar las palabras. 

Deseo poder recuperar esos momentos sencillos y maravillosos que dan sentido a mi vida.