Había estado desconectada de la rutina diaria durante unas semanas. La vuelta estaba siendo realmente espesa, difícil... Extraña, más bien, sería la palabra para definirla.
Su intuición le hablaba en voz baja, para que nadie, salvo ella pudiera oir lo que le tenía que decir.
Historias de otros tiempos, de otros lugares, de otras personas. Recuerdos felices e infelices. Risas. Lágrimas. Conversaciones interesantes e interminables. Sonrisas cómplices y sinceras.
Mujeres valientes que forman parte de un círculo mágico. Vibraciones positivas y cargadas de energía brillante.
Era como si estuviera de vuelta de un viaje a otro tiempo. Un tiempo en el que los poetas arruinados formaban parte del paisaje diario, caminando sin saber muy bien hacia donde dirigir sus pasos.
Ideas inconexas acumulándose en su mente, con ganas de salir al exterior, para ver a ese sol que se despereza poco a poco en el horizonte.