sábado, 26 de octubre de 2019

Momentos de melancolía

Acurrucada en su sofá, con la única compañía de su soledad. Decidió envolverse de suave música, de aromas que la transportarían a países lejanos y de esa tenue luz que tanto le gustaba. 
Mediados de otoño. Los días se iban acortando poco a poco. El sol se escondía perezoso, dejándole paso a esa luna nueva que permitiría a las estrellas iluminar el camino de esas almas pasajeras que pueblan la tierra.
Le encantaban esos momentos de introspección. Le eran tan necesarios. Era como bajarse del mundo. Quedarse parada por unos instantes. Resetear su mente; darle permiso al corazón para que se pudiera expresar. Poder escuchar lo que tenía que decirle. Siempre le hablaba despacito, con tranquilidad, a susurros prácticamente inaudibles. Pero, su alma los escuchaba. Era como si una mariposa se deslizara por las teclas de un piano haciendo sonar una preciosa melodía. Momentos especiales en los que la melancolía la abrazaba. Lleva su tiempo reconstruir un corazón roto. Reencontrarse con una misma y volver a sonreir. Nadie dijo que vivir sería una tarea sencilla. La vida nos pone frente a lecciones que debemos ir aprendiendo y superando. Etapa tras etapa. Madurando. Agradeciendo al universo. Sonriendo. Volviendo a brillar. 

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