domingo, 16 de junio de 2019

Un cálido abrazo

Un ligero viento soplaba aquel día. Ella, respiró hondo y comenzó a caminar. Necesitaba sentirse en contacto con la naturaleza. Solía romper con la rutina diaria de vez en cuando. Su cuerpo y su mente solían pedírselo. Un tiempo de desconexión de todo aquello que le rodeaba siempre había sido su mejor medicina. 
Comenzó a caminar sin rumbo alguno. Sintiendo el suave roce de la hierba en sus piernas. Permitiendo que el aroma de las plantas silvestres inundaran todo su interior.  Llegó a lo alto de la colina y se sentó a contemplar serenamente, todo aquelllo que la rodeaba. En ese momento, dio gracias al universo por todo lo que tenía. Una suave ráfaga de viento la envolvió y sintió como un cálido abrazo la arropaba y la animaba a continuar con sus sueños.

2 comentarios:

  1. Un relato así, te invita a reflexionar; si vives algo similar seguramente sentirás, que al mismo tiempo que lo realizas puedes soñar

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  2. Gracias Biel. Lo cierto es que desde que me decidí a reactivar este espacio, quise que fuera algo especial y muy personal. En él comparto mis pensamientos, sentimientos, experiencias... sin pretender sentar cátedra, puesto que no soy ninguna experta. Pero, en todas y cada una de las entradas, intento recoger una parte de mí, por lo vivido o lo sentido en algún momento. Creo que es un espacio sin dobleces. Transparente. Sin zonas oscuras.

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